Nada de usar el término "guerra" para denominar el conflicto bélico que se vive en Afganistán. Zapatero ha hablado de "misión" de "conflicto", pero no ha usado las palabras que sí utilizan Obama o el resto de líderes de la UE. La anécdota llegaba en la réplica, cuando tachaba al país de "medieval".
El presidente el Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha dicho que las tropas españolas permanecerán en Afganistán "mientras sea necesario" y ha cifrado en más de 1.900 millones de euros el coste de la participación militar en la misión de la OTAN desde hace casi nueve años.
Zapatero, que ha comparecido en el pleno del Congreso para explicar la situación que atraviesa Afganistán, ha comenzado su intervención con la noticia de la detención de cuatro personas relacionadas con el asesinato de dos guardias civiles y su intérprete el pasado 25 de agosto en la base española de Qala e Naw.
"Seguiremos haciendo todo lo posible para que pronto llegue el día en que nuestras tropas puedan abandonar el territorio afgano con la plena satisfacción del deber cumplido", ha manifestado en el hemiciclo tras admitir que los más de 1.500 soldados españoles trabajan en un "escenario bélico".
Zapatero ha reconocido el gran esfuerzo humano y financiero de la misión, pero se ha mostrado convencido de que esos "sacrificios" contribuyen a hacer un mundo más seguro y a proteger a los españoles de amenazas que ya le han golpeado en el pasado, en referencia al atentado del 11-M. "Debemos permanecer en Afganistán, asumiendo las actuales responsabilidades, mientras sea necesario, mientras esté en peligro la seguridad del país y de la región, la seguridad global y la seguridad de los españoles, y siempre dentro del marco de legitimidad y de consenso de la comunidad internacional", ha reiterado. Un argumento que no impidió a Zapatero retirar las tropas españolas de Irak.
La sospresa llegó en la réplica de Rajoy, cuando el líder del PP daba por buena esta tesis. Dijo que "ha sido preciso" que nos desplazáramos " a muchos miles de kilómetros de España: allí donde anida la amenaza, donde germinó el peor atentado que hemos sufrido y, en consecuencia, donde debe ser defendida nuestra seguridad con las armas en la mano."
Será en la próxima cumbre que celebrará la OTAN en Lisboa en noviembre cuando se aclarará cómo y cuándo se hará la transición de la seguridad del país a las fuerzas armadas afganas, que el presidente del país, Hamid Karzai, ha situado en el horizonte de 2014.
En este contexto de consenso internacional, Zapatero ha ratificado su determinación "firme e inequívoca" a seguir trabajando para que "la misión concluya cuanto antes"
El jefe del Ejecutivo ha revelado que la participación militar en la misión ISAF de la OTAN en Afganistán, que comenzó en 2002, ha supuesto ya un desembolso de más de 1.900 millones de euros, a los que se suman los 220 millones destinados a cooperación civil en el periodo 2006-2012.
Según ha subrayado, la máxima preocupación del Gobierno es la protección y la mejora de las condiciones de seguridad de los efectivos destacado en Afganistán, donde se trabaja "en una escenario de violencia y de conflicto, un escenario bélico, peligroso para nuestras tropas y para el personal civil desplazado".
Los riesgos, ha explicado, derivan de una insurgencia conectada a rivalidades locales y tribales, al tráfico de drogas y al crimen organizado.
Zapatero ha dedicado parte de su intervención a recordar el inicio de la misión -en la que participan 80.000 soldados de 47 países-, el respaldo de la comunidad internacional y sus objetivos: evitar que el terrorismo extremista vuelva a adueñarse de Afganistán y que "ese terror sacuda de nuevo a nuestros pueblos".
En este contexto, ha recordado que la naturaleza de la misión ISAF, a la que se adhirió España en 2002 bajo el Gobierno de José María Aznar, no ha variado en los casi nueve años que lleva vigente.