El vicepresidente del Parlamento Europeo y ex presidente del PP catalán, Alejo Vidal Quadras, ha opinado que sería "patético" que su partido alcanzase un acuerdo con CiU tras las elecciones autonómicas, y que posibilitase a los nacionalistas acceder al Gobierno autonómico con el apoyo de los populares.
El eurodiputado ha constatado que "cualquier intento por parte del PP catalán de sacar algún rédito de la aritmética de escaños no sólo sería inútil, sino que podría ser patético". Y es que, según arguyó, el PP debe seguir siendo un partido fiel a sí mismo y a lo que representa, "evitando tentaciones oportunistas y rechazando limosnas envenenadas", en relación a un pacto con CiU.
Hay que evitar en cualquier caso que ocurra la situación que vivieron los populares catalanes en 1996, cuando por pactar con CiU renunció a ser lo que es, "en un quiebro absurdo e innecesario".
Sin embargo, cree que "es preferible tratar con pequeños burgueses aseados -CiU- que con energúmenos vociferantes -en alusión al tripartito-, aunque sólo sea desde el punto de vista de las formas y de la seguridad física".
Pese a ello, ha reconocido que la llegada al poder de Artur Mas (CiU) no cambiaría el problema de fondo que a su juicio tiene la sociedad catalana: "La ensoñación identitaria que la está empobreciendo mentalmente y aldeanizando culturalmente".
Ante una gestión del tripartito que Vidal Quadras tilda de desastrosa, ha considerado que "lo normal" sería una victoria del partido que defiende la racionalidad económica y la plena integración de Cataluña en España, como promulga el PP.
"La alternativa a la mediocre radicalidad que hoy ocupa la Generalidad es, por desgracia, otra marca de estética menos amenazante", CiU, que también aboga por la independencia, ha advertido.
Vidal Quadras ha insistido en definir como "contranatura" el tripartito ya que una alianza entre un partido de ámbito estatal como los socialistas con los independentistas de ERC sólo tiene como objetivo el alcance del poder.