La Gaceta publica este jueves que existe “máxima tensión” en el CGPJ y por ello una fuerte división. En este sentido, la mayoría del órgano de los jueces ha acusado a Carlos Dívar de estar dilatando la suspensión del juez Garzón.
La ley otorga a Dívar, presidente del CGPJ, la competencia de fijar el orden del día por lo que “en el supuesto, más que probable, de que el Tribunal Supremo confirme la imputación del juez Garzón por un presunto delito de prevaricación en el caso de la Memoria Histórica y se comunique al Consejo la consiguiente apertura de juicio oral, está en manos del presidente del CGPJ incluir o no la suspensión del juez en el orden del día”, apuntan fuentes jurídicas.
De este modo, una de las opciones que baraja Dívar es esperar a que haya una sentencia del Supremo y no hacer nada hasta entonces. Si los plazos se cumplen no habría sentencia para Garzón hasta después del verano.
Varios vocales del CGPJ no están de acuerdo con la actitud que ha tomado Dívar. “Ello se debe a que desde el Gobierno le están presionando par que retrase al máximo su suspensión”, señalan dichas fuentes que también apuntan al interés del Ejecutivo de que Garzón siga controlando el caso del chivatazo a ETA.
Además, recuerdan que “Dívar fue durante muchos años el jefe de Garzón en la Audiencia Nacional, por lo que le tiene bastante simpatía. Es más, en numerosas ocasiones lo ha protegido”.