(Libertad Digital) Ignacio Uría Mendizábal, empresario de 71 años, casado y con cinco hijos salió de su lugar de trabajo en Azpeitia (Guipúzcoa) poco antes de la una de la tarde. Según todas las informaciones aparecidas hasta el momento iba sin escolta alguna.
En el aparcamiento del restaurante Kiruri, muy cerca de la empresa de la que era responsable –Altuna y Uría, una de las adjudicatarias de la denominada "Y" vasca– le esperaban dos etarras que le descerrajaron dos tiros a bocajarro, siguiendo los manuales; uno le alcanzó en el pecho y el otro en la frente. Hay un tercer casquillo que también está siendo analizado y, las primeras investigaciones se centran en averiguar si las marcas del percutor se corresponden con el arma que segó la vida de Isaías Carrasco en la cercana Mondragón. El tiroteo sucedió en torno a las 13.05 horas y el cuerpo de Ignacio Uría quedó tendido en el suelo mientras los etarras emprendían la huida en un coche robado. Muy poco tiempo después los vecinos y los dueños del Restaurante Kiruri alertaban a la esposa del empresario: "Ven rápido que algo le han hecho a Ignacio".
Durante una hora, Ignacio fue atendido por efectivos sanitarios de las ambulancias medicalizadas de la Ertzaintza que se desplazaron a la zona. Sin embargo, los disparos fueron certeros y las heridas, mortales. A las 15.35 se ordenó el levantamiento del cadáver que fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de San Sebastián para practicarle la autopsia.
Los etarras planificaron el asesinato con rapidez y sin dejar demasiadas pistas. De hecho, usaron un vehículo Alfa Romeo robado tan solo horas antes a punta de pistola en el Alto de Itziar, a unos 25 kilómetros de Azpeitia. El dueño del automóvil fue localizado después por la Policía atado a un árbol. En ese coche se desplazaron hasta el lugar elegido para esperar a Ignacio Uría. Uno de los etarras se encargó de los disparos mientras el otro esperaba con el vehículo en marcha. Tras el asesinato emprendieron la huida de nuevo hacia el Alto de Itziar donde habían dejado un segundo vehículo preparado para desaparecer. El Alfa Romeo, calcinado, fue hallado por la Policía muy cerca de donde su dueño había sido atado a un árbol.
El Ayuntamiento de Azpeitia está gobernado por Iñaki Errazkin, de la proetarra ANV a la que se permitió acceder al poder pese a las demandas de suspensión e ilegalización. Ahora ANV puede acceder al millonario plan de Zapatero para los ayuntamientos y conseguir hasta 31 millones de euros de dinero público extra. Merced a un pacto con EA, Aralar y EB, los nacionalistas del PNV no pudieron gobernar pese a ser la lista más votada. Horas después del atentado, EA anunció que abandonaba el gobierno municipal, como ya hiciera en Mondragón tras el asesinato del concejal socialista Isaías Carrasco. Sin embargo, mantiene pactos con ANV en una decena de localidades.
Largo historial de ataques etarras
La empresa Altuna y Uría es una de las más importantes del sector en el País Vasco y sufre un largo historial de ataques etarras contra sus equipos. La banda siempre ha querido boicotear la construcción de la llamada "Y" vasca –por la forma de su trazado– que une por vía férrea las tres provincias.
La construcción de esta infraestructura se ha convertido en los últimos años en uno de los objetivos prioritarios de ETA y los partidos y plataformas que la representan. De hecho, en uno de sus últimos comunicados – el del pasado 16 de agosto– la banda terrorista nacionalista calificaba el Tren de Alta Velocidad de un proyecto "ajeno a los intereses de Euskal Herria". Agrupaciones terroristas juveniles como Segi han llamado en repetidas ocasiones al boicot y a dar "saltos cualitativos" contra esta obra civil en el País Vasco.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, suspendió de inmediato los actos de partido que tenía previstos en el País Vasco. Zapatero iba a reunirse primero con empresarios y representantes sindicales para, después, desplazarse hasta el polígono industrial de Zamudio y realizar una visita a la empresa Ingeteam, dedicada a las nuevas tecnologías. Más tarde, a puerta cerrada, iba a comer con alcaldes y concejales socialistas del País Vasco. La visita que ahora se espera del presidente es, por supuesto, a Azpeitia.
Por otra parte, los grupos parlamentarios del Congreso están preparando una reunión, que presumiblemente se celebrará el jueves, para expresar, de forma unitaria, la repulsa de todas las fuerzas políticas al atentado terrorista.
Por otra parte, los grupos parlamentarios del Congreso están preparando una reunión, que presumiblemente se celebrará el jueves, para expresar, de forma unitaria, la repulsa de todas las fuerzas políticas al atentado terrorista.
El presidente de la Comunidad Autónoma Vasca ha mostrado su condena por el asesinato de Uría Mendizábal, del que ha dicho que era un "hijo de este pueblo" y "bueno como un padre". Juan José Ibarretxe lanzó su habitual mensaje paternalista a ETA: "No se puede matar, no se puede". Dirigiéndose a los empresarios vascos dijo: "Os queremos, os necesitamos, vuestro carácter emprendedor, vuestras empresas, y cuando más os necesitamos viene ETA a asesinar a uno de los vuestros, uno de los nuestros". Como si fuera una novedad.