L D (EFE) Una de las peculiaridades de este año es, en efecto, la ausencia del tradicional desfile terrestre, en el que se exhiben carros de combate o marchan en formación numerosas unidades a pie.
La principal novedad, mientras, ha sido la presentación de los vehículos blindados RG-31, que sustituirán de forma paulatina y progresiva a los BMRs en las misiones internacionales.
Unas 100.000 personas han presenciado el simulacro de un desembarco y rescate de rehenes en la playa de El Sardinero. Esta exhibición militar, presidida por el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general José Julio Rodríguez, acompañado por el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha constituido uno de los principales actos de celebración del Día de las Fuerzas Armadas.
El espectáculo ha comenzado a las 11:30 horas cuando dos aviones de combate Harrier realizaban un primer vuelo a baja altura sobre la playa para reconocer la zona. A pocos metros de la orilla, cazaminas, fragatas de combate, vehículos anfibios y lanchas rápidas se acercaban al objetivo situado a pie de playa, en el que se encontraban tres rehenes -cascos azules de Naciones Unidas-, secuestrados por un grupo rebelde.
Las cerca de 100.000 mil personas, según la Delegación del Gobierno, repartidas a lo largo de los tres kilómetros que costa que abarcó la exhibición, han podido ver cómo seis marines saltaban a las aguas próximas a la segunda playa de El Sardinero desde un helicóptero, y con una lancha neumática llegaban a tierra.
Mientras la fragata de combate "Juan de Borbón" hacía los primeros disparos y una docena de paracaidistas se posaba sobre la arena. Con espectaculares movimientos también asaltaban la playa un grupo de buceadores que tomaban la zona donde se situaron los rehenes, que eran tres cascos azules de Naciones Unidas.
Minutos después entraron en escena aviones de combate F-18 del ala 35 de Zaragoza y Harrier de la Armada, que simularon bombardear la zona de operaciones. Otros cuatro vehículos blindados, desde los buques de asalto "Galicia" y los cazaminas "Sella" y "Turia", irrumpieron en la orilla.
Tras varias "pasadas" de los cazas de combate, un grupo de 12 militares de operaciones especiales asaltaron la base rebelde y liberaron a los rehenes, uno de ellos herido. Cuarenta minutos bastaron a los más de mil militares implicados para cumplir su misión, que contó con la participación de tres aviones de combate F-18, otros tres Harrier de la Armada, un avión de transporte C-295 y siete helicópteros, además de buques, lanchas y vehículos.
La patrulla acrobática "Águila", del Ejército del Aire, puso el punto y final al simulacro, con media hora de exhibición aeronáutica y dejando los colores de la bandera española sobre los cielos de Santander.
A este evento han asistido, además del JEMAD y el presidente de Cantabria, los jefes de Estado Mayor de la Armada y del Aire; el director general de la Policía y Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez; el delegado del Gobierno en Cantabria, Agustín Ibáñez; el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna; y el presidente del Parlamento, Miguel Ángel Palacio.
Crisis... y gripe A
Por la mañana, Chacón ha presidido en el cuartel de Hoyo de Manzanares el acto de jura de bandera, en el que han podido participar todos los alumnos y mandos de la academia, una vez levantada la cuarentena por el brote de gripe A.
Fuentes del Ministerio de Defensa han explicado que, además de la ministra, al acto castrense, celebrado en la sede de la Academia de Ingenieros y Transmisiones del Ejército, ha asistido el jefe del Estado Mayor del Ejército (JEME), general Fulgencio Coll.
Los responsables sanitarios de Defensa habían levantado este viernes la cuarentena en Hoyo de Manzanares, que afectaba a 340 militares; sin embargo, la mayoría decidieron permanecer en la base para asistir a la jura de bandera. El acto ha tenido lugar en el marco del Día de las Fuerzas Armadas, que coincide con la celebración de San Fernando, patrono de los ingenieros militares.