El pleno en el que se debatió la moción fue tenso, en un local con aforo limitado, menos de doscientas personas, de las que más de treinta era periodistas, y en el que los apoyos a la hasta hoy alcaldesa, la socialista Paula Fernández, eran mayoría, aunque hubo gritos tanto a favor como en contra de Rey y de Fernández.
La moción, presentada el pasado día 6 de octubre, fue el fin de varias semanas de rumores, en las que los líderes del PP nacional y gallego, Mariano Rajoy y Alberto Núñez Feijóo, expresaron su rechazo a que los concejales de su partido apoyasen una moción de censura e incluso les advirtiesen de que serían expulsados si desobedecían sus directrices.
En las elecciones municipales de 2007 el PSdeG obtuvo seis concejales, los mismos que el PPdeG, y uno el BNG. El PSdeG comenzó gobernando con el apoyo del BNG a la investidura de la candidata socialista, pero no gobernaron juntos.
De los seis concejales del PSdeG, dos se pasaron al grupo de los no adscritos hace un año y medio, mientras que la alcaldesa retiró su confianza a otro de los concejales.
Con esta situación, el municipio estaba regido por la alcaldesa y dos concejales socialistas más, lo que, según defendía el PPdeG antes de la moción y repitió hoy la recién elegida alcaldesa, es causa de "inestabilidad e ingobernabilidad del municipio".
De este modo se oficializa la sexta moción de censura en lo que va de legislatura en Galicia, tras las ya realizadas en Abegondo (A Coruña), Trives (Ourense), Santa Comba (A Coruña) y Mos y Gondomar (Pontevedra).
Esta semana se debaten dos nuevas mociones de censura en los municipios de Láncara y Folgoso do Courel, ambas en Lugo.
Durante el pleno, la recién elegida alcaldesa aludió a la "situación de inestabilidad política e institucional" del municipio "producto de una mala administración", de la que la "única culpable" es la alcaldesa.
"Los problemas se resuelven desde el diálogo y la sensatez y no desde el autoritarismo, la intriga y la soberbia", reprochó Rey a Fernández e invitó a todos a "pasar página" y a "tirar del carro" para que la situación cambie.
Ante estas declaraciones, el público interrumpió varias veces diciendo que el pueblo ya había votado y llamando "corruptos" y "vendidos" a los que apoyaban la moción.
"Siento lástima y amargura"
La alcaldesa desalojada de su puesto afirmó que sentía "lástima y amargura" por las ansias de poder de los siete no adscritos, dos ex PSdeG y cinco ex PPdeG, que pasarán a ser "las personas menos respetables del municipio".
Según Fernández, estas ansias de poder han llevado a la ahora alcaldesa a "convertir su venganza en un atraco a la soberanía popular", ya que "se escuda en una situación de desgobierno que no existe".
El portavoz del grupo mixto, formado por un concejal del BNG, Matías Rodríguez, acusó a todos los presentes, socialistas, no adscritos, ex PP y ex PSOE de ser los "culpables" por ausencia de coherencia, cohesión y dignidad, y exceso de orgullo personal.