Los etarras Andoni Zengotitabengoa y Oier Gómez estaban montando la nueva fábrica de bombas de la organización terrorista ETA en Portugal, pero su cadena de errores permitió a las Fuerzas de Seguridad encontrar su escondite y decomisar casi 1.500 kilos de explosivo.
El lunes de la pasada semana, los terroristas se quedaron atascados con una furgoneta Citroen Berlingo blanca en un barrizal. Ante las dificultades para sacarla de ahí, los dos etarras decidieron dejar abandonado el vehículo. En el mismo, dejaron cuatro juegos de matrículas portuguesas, cuatro detonadores y el ticket de una tienda. Las Fuerzas de Seguridad acudieron a la tienda con el ticket y comprobaron el vídeo de seguridad del día y hora que marcaba el ticket (17 de enero de 2010) y de los instantes anteriores. En él, los agentes pudieron comprobar cómo el terrorista Andoni Zengotitabengoa miraba los artículos del supermercado con las manos en los bolsillos.
Tras abandonar la furgoneta, los etarras volvieron al chalet de la localidad turística de Óbidos, donde tras entrar la volvieron a abandonar dejando la puerta abierta y las luces encendidas. Los vecinos sospecharon que algo sucedía y llamaron a las Fuerzas de Seguridad. En la casa, los agentes encontraron, además de todo el material para la fábrica de armas de ETA, una fotografía del otro de los etarras, que resultó ser Oier Gómez.