(Libertad Digital) El ministerio de Defensa informó de que los dos cazas Mirage F-1, se encontraban realizando un entrenamiento rutinario del Ala 14 del Ejército del Aire en la D-98, en el sur de Albacete, cuando se perdió contacto radárico con los aparatos. En ese momento, sobre las 10,15 horas, se activó el protocolo de búsqueda y salvamento del Ejército del Aire y de la Guardia Civil.
En torno a las 10,45 horas se localizaron los restos de uno de los aviones y el cuerpo sin vida del piloto, en un paraje de la finca del Guijoso, en la localidad de Ossa de Montiel. Poco después de las 11 horas, y a unos 3 kilómetros de distancia aproximadamente se encontraron los restos del segundo aparato siniestrado y los cadáveres de los dos pilotos que viajaban en el mismo.
Los tres fallecidos son dos capitanes de Murcia y Zaragoza y un teniente de León, informó el Ministerio de Defensa en un comunicado. Son el capitán Jerónimo José Carbonell Rodríguez, piloto de la 56 promoción de la Academia General del Aire, natural de Murcia, que estaba casado y tenía 29 años; el capitán Fernando Negrete Usón, piloto de la 52 promoción de la Academia General del Aire, zaragozano de 33 años, casado y con dos hijos; y el teniente Roberto Carlos Álvarez Cubillas, piloto de la 59 promoción de la Academia General del Aire y alumno del curso de pilotos de Mirage F-1. Estaba soltero, tenía 29 años y era natural de León.
El capitán Carbonell pilotaba uno de los aviones siniestrados, y el capitán Negrete y el teniente Álvarez viajaban en el otro aparato, que era de doble mando. Uno de los aviones cayó en la finca Pago Guijoso, propiedad de Bodegas Sánchez Muliterno, término de El Bonillo, y el segundo en el terreno conocido como El Sabinar, entre los términos de Ossa de Montiel y El Bonillo.
(De izquierda a derecha, el teniente Cubillas, el capitán Negrete y el capitán Carbonell)
Experiencia suficiente
Los capitanes del Ejército del Aire que pilotaban los cazas experiencia "suficiente" y se encontraban realizando un vuelo rutinario. Así lo manifestó el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, José Jiménez Ruiz, a su llegada a la base aérea de Los Llanos, donde se instalará la capilla ardiente con los restos de los tres militares fallecidos.
Según el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, el capitán del avión biplaza, Fernando Negrete Usón, era un piloto experto con más de 1.200 horas de vuelo en este avión, mientras que el capitán Jerónimo José Carbonell Rodríguez, que volaba en el otro F-1, tenía más de 600 horas de vuelo, una experiencia "suficiente".