El Instituto de Estudios Políticos y Sociales es una de esas múltiples fundaciones de utilidad desconocida que son financiadas, en gran parte, con el dinero de los contribuyentes. La Xunta de Galicia lo declaró "de interés gallego" en 1999, bajo gobierno de Fraga, y desde entonces financia esta institución bajo la fórmula del "protectorado". Está adscrito a la Consejería de Cultura.
Este domingo 25 de Galicia se celebró el día de Santiago Apostol, declarado Día de Galicia y fiesta de la autonomía y considerado "Día de la Patria" por los nacionalistas. Y, fiel a su tradición, el primero en promover la ideología nacionalista es el PP de Galicia, bien directamente desde los poderes públicos o indirectamente a través de estas fundaciones.
El citado instituto "encomendó" este año la redacción de un manifiesto con motivo de esta fiesta a Xesús Palmou, ex secretario general del PP gallego y ex consejero de justicia en la época de Fraga. Sigue vinculado al PP que le ha colocado en el Consejo de Cuentas de Galicia, es miembro de su Consejo de Gobierno. El manifiesto en cuestión es presentado como "25 de julio, Día nacional de Galicia" y su contenido nada que tiene que envidiar a las proclamas que lanzaban los dirigentes del BNG, acompañados por nacionalistas vascos y catalanes, este domingo al término de la manifestación que cada año convocan en esa fecha.
En él, este importante miembro del PP de Galicia hace apología de la imposición del gallego con los habituales argumentos de corte eco-etnicista del nacionalismo más recalcitrante. Después de citar a Castelao, sumo sacerdote del nacionalismo gallego, invita a "reflexionar" a los "responsables políticos sobre la necesidad de poner al día nuestro autogobierno, a la par del resto de Nacionalidades Históricas. De abordar, por fin, a reforma de nuestro Estatuto de Autonomía con espíritu de consenso y entendimiento, co objetivo de reforzar nuestras señales de identidad, nuestras competencias y nuestra presencia en los distintos ámbitos de decisión que nos afectan".
Y a continuación Xesús Palmou, a quien hay que reconocerle una coherencia extrema con las políticas que ha aplicado el PP en Galicia desde tiempos de Fraga, entra en el tema lingüístico:
La reflexión sobre la necesidad de afrontar entre todos el difícil momento económico que nos toca vivir, desde el entendimiento, el diálogo, la racionalidad del gasto y la solidaridad, como respuesta a los que, de forma interesada, pretenden utilizar esta crisis como elemento de descrédito para el Estado autonómico, nostálgicos seguramente de un centralismo afortunada y definitivamente superado. Sobre la necesidad de profundizar en las políticas de desarrollo sostenible, que garanticen la supervivencia e incluso potencien nuestro patrimonio arquitectónico, natural y paisajístico. La reflexión sobre la necesidad de dispensar una mayor protección y promoción de lo que, sin duda, es el fundamental faro de nuestra cultura y de nuestra identidad. Nuestra lengua. El gesto con que nos proyectamos en nuestra realidad y en nuestra historia; la garantía de nuestro futuro. No habrá Galicia sin gallego. No perdurará el amor a la tierra, el amor a Galicia sin el amor a nuestra lengua, sin el amor al gallego. Por eso, la defensa, de la promoción y el uso del gallego tiene que ser empeño de cada uno de nosotros. Y por eso los poderes públicos que nos representan y encarnan al pueblo gallego tienen que ser los garantes de la realidad, vitalidad y supervivencia de nuestra lengua, de nuestra cultura y de nuestra identidad.
Con esta convicción, con estos objetivos, debemos abordar pues este Día Nacional de Galicia, con alegría, con ilusión, con afán de superación y con ánimo de compartir y reforzar todo aquello que nos une y que nos otorga la condición de pueblo, anclado en la historia y con proyección de futuro.
Llama la atención que Palmou, tan preocupado por "el amor a la lengua", maltrate al gallego de forma tan inmisericorde. En apenas unas líneas de manifiesto perpetra hasta ocho errores gramaticales:
- "Sustituise a escuridade", en vez de "substituíse á escuridade" (tres faltas
- en dos palabras)
- "Timos", en vez de "Temos" (errata tal vez, o ¿traición del subconsciente?)
- "Poñer o día", en vez de "poñer ó día" o "poñer ao día"
- "As nosas sinais", en vez de "os nosos sinais"
- "Enfrontar entre todos", en vez de "afrontar entre todos", ya que ambos verbos no significan lo mismo exactamente.
- "De todos nos", en vez de "de todos nós"
No menos llamativo es que un manifiesto de esta naturaleza etnicista y predemocrático sea promovido por un instituto que según su declaración de principios nació como "producto del ánimo de diversas personas que, aproximándose desde distintas sensibilidades, tienen en común el amor a los valores democráticos de una sociedad moderna y progresista".