LD (Europa Press) En la recta final de la campaña electoral, Emilio Pérez Touriño centra su discurso en descalificar a Alberto Núñez Feijóo. Del candidato del PP a la Xunta dice que es un "aprendiz de brujo" que usa "la falsedad, la mentira y el oportunismo". Según aseguró, todo responde a una "estrategia organizada y deliberada, basada en la demagogia y en la falta de respeto a los ciudadanos".
Por ello, insistió en que el PPdeG "trata de apelar a la desconvocatoria y desmovilización" con una "campaña de mentiras". "Los gallegos sabrán darle la espalda a este comportamiento y darle una lección a este aprendiz de brujo", sostuvo.
En esta línea, comentó que la campaña electoral "debe ser limpia y autocrítica". "Si uno comete errores debe rectificar", asumió y aseguró que "Galicia necesita más cambio y más renovación todavía".
"Galicia tiene un tesoro: dos lenguas"
Preguntado por el conflicto lingüístico denunciado en la manifestación de Galicia Bilingüe, apoyada por el PP, el candidato socialista recalcó que "Galicia tiene un tesoro: dos lenguas", al tiempo que recordó la existencia de una normativa de normalización lingüística.
En este sentido, apeló al consenso de los partidos, en concreto de los populares. "Quiero volver al consenso de la ley para que, juntos entre todos, evitemos la fractura social que están tratando de introducir", señaló.
También reclamó el apoyo de todas las fuerzas políticas para "plantar cara a la crisis". Además, defendió su decisión de no adelantar las elecciones autonómicas al pasado otoño. "Tenía que apoyar a los trabajadores y a las empresas. No podía renunciar a esa responsabilidad", afirmó.
De este modo, subrayó que con Feijóo los gallegos "volverían atrás", apuntando, entre otras, el "despido libre y la reducción de pensiones". Así, agregó que "el PP quiere vaciar las arcas de la autonomía" porque "no le gusta la inversión productiva y el esfuerzo colectivo".
Touriño dijo, al respecto, que "Feijóo representa a quien tiene todo" y lo enmarcó en una "derecha clasicona". "La derecha siempre fue así en este país: sumisa con los poderosos y poderosa con los débiles".
El candidato socialista consideró que el bipartito "respondió razonablemente al contrato de confianza" con los ciudadanos, pero admitió que la "experiencia es ampliamente mejorable". "Debemos mejorar en eficacia y estabilidad", reconoció e incidió en que son los ciudadanos que el domingo tienen la "posibilidad de atribuir esa responsabilidad".