Según el sondeo de El Mundo, el desplome del PSOE alcanzaría comunidades autónomas consideradas graneros del voto socialista, como son Castilla-La Mancha o Extremadura, donde aún no ha habido gobiernos populares. En total, el PP lograría el poder en cinco comunidades donde actualmente no gobierna. Lo haría, además, con mayoría absoluta.
La encuesta, de Sigma Dos, vaticina que el PP lograría el gobierno de Castilla-La Mancha al obtener entre 26 y 29 escaños. Actualmente cuenta con 21. Los socialistas, mientras, pasarían de los 26 actuales a un resultado de entre 20 y 23 escaños.
Situación similar se viviría en Extremadura, donde Guillermo Fernández Vara no vería revalidada su victoria. El resultado, histórico, implicaría un gobierno popular con mayoría absoluta. El PP obtendría entre 33 y 35 escaños. El PSOE se desplomaría, pasando a tener entre 30 y 32 de los 38 actuales.
Baleares, mientras, volvería a tener gobierno popular. El PP conseguiría entre 32 y 36 escaños, el mejor resultado de su historia. El PSOE no podría volver a gobernar con sus socios pese a un ligero repunte.
En Asturias, donde siempre han gobernado los socialistas, el PP obtendría entre 23 y 24 escaños. El PSOE se quedaría con 18 o 19. Mientras, en Cantabria, conquistarían el poder con unos 20 escaños. Los socialistas se tendrían que conformar con ocho o nueve y serían la tercera fuerza política.
Nueve puntos de ventaja
En cuanto al Gobierno central, La Razón publica este lunes otra encuesta que, en la línea de la publicada este domingo, apunta a una victoria contundente del PP. El sondeo de La Razón, elaborado por NC Report, dice que los populares vencerían por nueve puntos de ventaja, uno menos que lo vaticinado por El Mundo.
Según el sondeo, el PP obtendría un 44,97% de los votos y de 172 a 174 escaños. El PSOE, mientras, lograría el 35,97% de los votos y de 137 a 139 escaños. La abstención entre los votantes socialistas crecería espectacularmente y de la debacle del PSOE se beneficiarían, además del PP, UPyD e Izquierda Unida. El partido de Cayo Lara multiplicaría por cuatro el número de diputados en el Congreso. Lo mismo ocurriría con el de Rosa Díez, que obtendría un 3,7% de los votos y 3 o 4 escaños.