En su información, Antonio Rubio recuerda que el etarra y ex diputado autonómico José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, más conocido como Josu Ternera, está en busca y captura por orden del Tribunal Supremo desde noviembre de 2002. Una orden que seguía vigente cuando el propio Ternera se sentó en las mesas de negociaciones con el Gobierno Zapatero durante 2006 en Ginebra y Oslo.
Según Rubio, el CNI ha tenido controlado a Ternera en todo momento hasta tal punto que se conoce que se estuvo tratando una tromboflebitis en la ciudad alemana de Düsseldorf mientras vivía en una ciudad italiana situada a 20 kilómetros de Milán. La identidad que empleó para los desplazamientos y el registro de entrada del centro sanitario fue un pasaporte portugués. Su última intervención pública tuvo lugar cinco días después de su desaparición de la escena parlamentaria vasca en julio de 2002, precisamente en un acto proetarra.
El diario Gara emitió un comunicado de Ternera el mismo día que la orden de busca y captura fue emitida. Allí exponía que no tenía intención alguna de presentarse ante el Tribunal y se mostraba dispuesto a huir si era necesario. “He decidido no presentarme porque ese juicio ya se llevó a cabo hace tiempo”.
Después de que el Gobierno dijera que la negociación con ETA se había terminado cuando los terroristas volaron uno de los módulos de aparcamientos de la T-4 de Barajas, Ternera volvió a desaparecer. No obstante, han sido sus problemas de salud, que comenzaron en el año 2004 con un cáncer agravado ahora con tromboflebitis, le han llevado al mencionado hospital en Düsseldorf. Allí fue visto hace dos semanas por especialistas del CNI y otros servicios de información de Interior, dice El Mundo.
Ternera está acusado por la Fiscalía de la AN de haber dado la orden de atentar contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza en 1987, un atentado que mató a once personas, seis adultos y cinco niños. En julio de 2002 desapareció hasta julio de 2006, cuando se sienta a negociar con el Gobierno socialista. Ternera usó diversos países como refugio para evitar su detención. Casi siempre ha estado refugiado en un pueblo francés de la Alta Saboya., zona turística frecuentada por esquiadores, dice El Mundo.
Los servicios de inteligencia españoles siempre han tenido localizado a Ternera. Están convencidos que llegaba a los encuentros con el Gobierno en Ginebra desde un pueblo de la Alta Saboya. Tras el atentado de Barajas, Ternera cambió su residencia a otas tierras, estando refugiado hasta hace un mes en un pueblo de Milán, a sólo 20 kilómetros de la citada capital italiana.
Desde ahí Ternera emprendió el viaje hacia Alemania para ser tratado en Düsseldorf. El etarra, según la información de Antonio Rubio, sufre cáncer y las complicaciones derivadas de dicha enfermedad. Tiene serias dificultades para andar y necesita ayuda de otras personas para hacerlo. La inteligencia española tiene constancia de que el etarra estaba usando su país como último refugio, y la información puntual de sus homólogos italianos corroboraba la presencia allí de Ternera.