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Oportunidad histórica en el País Vasco para echar al PNV

Si alguna vez los dirigentes de los partidos constitucionalistas en la comunidad vasca habían soñado con apartar al PNV y a los nacionalistas del Palacio de Ajuria Enea, seguro que no se habían planteado siquiera un escenario tan favorable como el que ha dejado el 1-M.

(J. Arias Borque) PSE, Partido Popular y UPyD podrían arrebatar al nacionalismo el Gobierno vasco si se unen en la Cámara vasca para designar a Patxi López como futuro lehendakari. Otra cosa sea que el propio Patxi López, o su jefe, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, estén por la labor.

El PNV volvió a ser, como siempre ha sido, la fuerza más votada en las elecciones vascas. Obtuvo treinta parlamentarios y el 38,56 por ciento de los votos. Mejoró, incluso, los resultados que obtuvo en 2005 cuando concurrió en coalición con Eusko Alkartasuna. El PSE fue la segunda fuerza más votada, con un crecimiento espectacular, que le hizo pasar de los 18 escaños con los que contaba a 24, que este lunes o el martes se podrían convertir en 25. El PP de Antonio Basagoiti será la tercera fuerza parlamentaria en Vitoria al obtener 13 diputados, dos menos que los cosechados por María San Gil hace cuatro años.

En cuanto a los partidos más pequeños, el mayor avance lo protagonizó Aralar, la escisión de Batasuna-ETA, que sentará a cuatro parlamentarios en la Cámara de Vitoria. Eusko Alkartasuna se hundió electoralmente al obtener dos parlamentarios, uno de ellos, el de Álava, que correspondería al veterano Rafael Larreina, se podrían esfumar este lunes o el martes a favor del PSE. Izquierda Unida, que parecía tener asentados a sus tres representantes, tan sólo obtuvo uno. El hasta ahora consejero de Vivienda y Asuntos Sociales del Gobierno vasco, Javier Madrazo, no consiguió siquiera revalidar su escaño. Por su parte, el partido fundado por Rosa Díez, UPyD, obtuvo finalmente el escaño que le pronosticaron las encuestas por Álava.

Por provincias

En Álava, el PSE fue la fuerza más votada en el territorio, obteniendo ocho diputados –que con total seguridad serán nueve–, uno –dos, de sumar nueve– más de los que consiguió en 2005. El segundo partido fue el PNV, que mantuvo los ocho escaños que consiguió en las pasadas elecciones yendo en coalición con EA. Los populares fueron la tercera fuerza política, al obtener seis diputados, uno menos que en 2005. Aralar y UPyD se entrenan en el territorio obteniendo un escaño, los mismos con los que previsiblemente se quedará EA, que pese a sacar dos escaños, irá al recuento del voto de los residentes ausentes –4.500 votos– con sólo ocho sufragios de ventaja con el PSE para mantener su escaño, algo muy difícil en el grano de votos socialista. Izquierda Unida desaparece.

En Vizcaya, el bastión nacionalista del PNV, la candidatura encabezada por Juan José Ibarretxe fue la más votada, y obtuvo 12 parlamentarios, uno más que en 2005, cuando fue en coalición electoral con EA. El PSE es la segunda fuerza más votada y obtiene ocho parlamentarios, dos más que en las elecciones anteriores. El PP de Antonio Basagoiti obtuvo cuatro diputados, uno menos que en 2005. Aralar consiguió un representante en el territorio, mientras IU-EB y Eusko Alkartasuna pierden la representación que tenían.

En Guipúzcoa, el PNV fue la fuerza más votada y obtuvo 10 escaños, los mismos que había conseguido en 2005 en coalición con EA. Los socialistas obtuvieron ocho, tres más que en los comicios anteriores. El PP mantuvo los tres parlamentarios que consiguió en 2005. Aralar duplicó su presencia en la Cámara vasca por este territorio, al pasar de 1 a 2 escaños. Por su parte, Eusko Alkartasuna obtuvo un parlamentario.

La incógnita de los pactos

Pasada la resaca de la jornada electoral, los partidos vascos tendrán que reunirse los próximos días para configurar un bloque de al menos 38 parlamentarios que consigan que bien Juan José Ibarretxe o bien Patxi López puedan ser investidos como lehendakari por el Parlamento. Varias son las opciones de Gobierno para los próximos cuatro años en la comunidad vasca.

El candidato socialista es quien, a priori, tiene más opciones de llegar a Ajuria Enea. Patxi López podría ser el próximo lehendakari con los votos del PP, que el domingo ya se mostró partidario de apoyar un gobierno de cambio, en un frente constitucionalista. El voto de UPyD, con toda probabilidad, no será necesario. Lo que sí parece claro es que Basagoiti exigirá a cambio al PSE la Diputación de Álava y, probablemente, el ayuntamiento de Guecho (Vizcaya). Pero el socialista también podría ser lehendakari con el apoyo del PNV, tras la pertinente dimisión de Ibarretxe, y colocando a uno de los dirigentes peneuvistas como vicelehendakari.

Las opciones de Ibarretxe pasan por la falta de entendimiento entre PSE y PP, lo que le permitiría ser elegido por mayoría simple en la Cámara vasca, con el apoyo de Aralar, EA e IU. Además, otra de las opciones es que José Luis Rodríguez Zapatero, que depende del PNV en el Congreso de los Diputados, ate en corto a Patxi López y le obligue a apoyar la investidura de Ibarretxe o a no presentarse como candidato.

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