LD (Europa Press) El secretario de Comunicación del PSM, Eduardo Sotillos, afirma en un artículo titulado "Autocrítica" para la Fundación Sistema que algo haría mal el partido si convirtiera "en un problema de nombres un problema de ideas, de trabajo" y si renunciaran "a esperar que fructifiquen programas ya en marcha como los que pueden ayudar a la creación de empleo". "Vale la corrección de rumbo, pero no dar bandazos", asevera Sotillos en un texto sobre los resultados electorales de las Europeas celebradas del pasado 7 de junio.
Reconoce que algo ha hecho mal la izquierda para que "la movilización de la derecha no se haya producido con la misma intensidad" en sus filas y para que hoy sigan "admitiendo como un efecto incontrolable de la naturaleza" que sus votantes "necesitan un impulso suplementario o vivir una emergencia". "Algo hacemos mal cuando nos precipitamos a explicar las razones de un mal resultado electoral sin haber tenido tiempo para realizar un análisis en profundidad, con datos post-electorales contrastados, moviéndonos entre la exculpación y la intuición", reflexionó.
Para el socialista, parece ineludible situar "los resultados en España en el marco más amplio de la ola conservadora que recorre Europa". "Pero reflexionar sobre un fenómeno emergente, algunos lo consideran pasajero y yo lo cuestiono, que es la presencia de UPyD, capaz de situarse en Madrid como tercera fuerza política, por delante de Izquierda Unida, y con sólida presencia en capitales de provincia. ¿Sabremos pronto cual es su caladero de votos?", añade.
"Miro los mapas coloreados que ofrecen los periódicos para ilustrar los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo y me viene a la memoria el recuerdo de aquellos otros en los que se visualizaba nuestro continente en plena expansión de la Wehrmacht", señala el socialista. Aclara que no está "comparando a la derecha democrática que ha triunfado en Portugal, Gran Bretaña, España, Francia, Italia, Holanda o Alemania, con la amenaza nazi", aunque añade que "en algunos de esos países se haya proyectado el voto hacia formaciones de ultraderecha".
Según Sotillos, su sobresalto "corresponde a un profundo sentimiento de decepción ante el paulatino repliegue de la izquierda después de décadas en las que la socialdemocracia marcaba el rumbo para la consolidación de las ideas de progreso y luchaba por extender el Estado del Bienestar. ¿Con mayúsculas?". Admite "que no hay que extrapolar el resultado de una consulta sobre la composición de un órgano legislativo prácticamente desconocido por la mayoría de los votantes", pero algo le dice que "aunque eso sea verdad no es toda la verdad". "Hemos vivido una campaña electoral en la que la derecha no ha ocultado ni un momento su intención de movilizar a sus votantes para castigar al gobierno socialista", recalca.
Para Sotillos, la elección de Jaime Mayor Oreja, del que dice es "un eurodiputado ausente", como cabeza de lista del PP respondió a claves "absolutamente internas", así como a "los mensajes centrados en la crisis económica y los millones de parados". "Los votantes del PP en comunidades como Madrid y Valencia, actuaron, además, como las legiones romana, en formación cerrada, para proteger a sus dirigentes y absolverlos de las acusaciones de corrupción. Habrá que reconocer que lo hicieron bien y que en ningún momento, antes y después del 7-J, lo han ocultado", destaca.
Sotillos carga contra el presidente de la Diputación Provincial de Castellón, Carlos Fabra, de quien asegura que "con brutal y vergonzosa claridad ha llegado a escupir la idea de que a los ciudadanos no les importa saber quiénes son culpables". "Pero la Justicia sigue su curso e impone fianzas multimillonarias a gentes del PP después de las elecciones", matiza.