L D (Agencias) En la misiva, cuyos extractos han sido publicados en la web de Royal, la ex candidata presidencial asegura que esos comentarios no los hicieron ni Francia ni los franceses. Asimismo, manifestó su consideración por Zapatero por las valientes reformas y por el cumplimiento de sus promesas electorales, un comportamiento ético que, dijo, debe servir de modelo.
Royal indicó además que el ejercicio del cargo de Presidente de la República impone el deber de controlar el lenguaje y el comportamiento propio a fin de no perjudicar los intereses de Francia.
Son unas declaraciones "injuriosas", según señala en su página de internet la responsable del Partido Socialista (PS) y ex rival de Sarkozy en las pasadas elecciones presidenciales. Royal concluye subrayando el hecho de que, para ser presidente de la República francesa, se impone el "deber" de controlar el lenguaje y el comportamiento para no perjudicar los intereses de Francia.
El mensaje de la dirigente socialista se suma a la polémica suscitada a raíz de las supuestas declaraciones que el presidente francés hizo a un grupo de parlamentarios, en tono confidencial y durante un almuerzo privado, que fueron publicadas por el diario "Libération".
De acuerdo con este periódico, Sarkozy llegó a decirles que "puede que (Rodríguez Zapatero) no sea inteligente" y se mofó de él por haberle copiado la idea de recortar la publicidad en las cadenas públicas.
Pero el presidente español no fue el único objetivo de sus críticas ya que, siempre según el diario, también cargó contra otros de sus colegas, como el presidente de EEUU, Barack Obama, o la canciller alemana, Angela Merkel.
Aunque el mismo Palacio del Elíseo salió al paso de esa información para desmentir oficialmente las palabras que se le atribuyen a Sarkozy, la polémica no se ha cerrado todavía.
"Libération" mantiene que es cierto todo lo recogido en su información, de acuerdo con las notas de algunos de los participantes en el almuerzo, y recoge en su edición de hoy las reacciones que la noticia ha provocado en la prensa de los países de los mandatarios cuestionados o infravalorados por Sarkozy.