(Libertad Digital) Las denuncias internas en el CNI se suceden. A las referidas a las tareas que ha asignado a sus funcionarios y agentes, ahora se suman la colocación en el Centro de varios familiares y amigos, pese a que –según cuenta Antonio Rubio en El Mundo– en los últimos cinco años ha destituido a unos treinta responsables.
La información señala que los contratados serían tres sobrinos, dos hijos de amigos y la hija de uno de los dos magistrados del Supremo que autorizan operaciones de inteligencia que puedan afectar derechos fundamentales. El Mundo apunta que una de ellas fue una sobrina política que llegó en 2006 a Madrid con un contrato tipo C de seis meses de duración y que se fue renovando hasta ser destinada a una división de los servios secretos.
Además de eso, las denuncias internas informan de que dos sobrinos carnales de Saiz también trabajan en el Centro pero en Cataluña. En estos dos casos se trata de puestos en un rango inferior al de la sobrina. Pero ahí no acaban los favores del director del CNI. También llevó a la hija de un ex delegado del Gobierno en Castilla y León y a la de un amigo.