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"Esta vez no pasarán", el grito de la marcha para presionar al Supremo

La presión al Supremo se ha recrudecido con las marchas de este sábado. Bajo el pretexto de apoyar a Garzón en su enjuiciamiento al franquismo, se han oído gritos contra el PP y, de nuevo, proclamas guerracivilistas y antidemocráticas. El mismo día, el juez ha recusado a Varela.

La presión al Supremo se ha recrudecido con las marchas de este sábado. Bajo el pretexto de apoyar a Garzón en su enjuiciamiento al franquismo, se han oído gritos contra el PP y, de nuevo, proclamas guerracivilistas y antidemocráticas. El mismo día, el juez ha recusado a Varela.

Varios miles de personas participaron en la manifestación convocada en Madrid por la recién creada Plataforma contra la Impunidad del Franquismo en apoyo al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que constituye un nuevo acto de presión a los jueces del Tribunal Supremo que le juzgarán por prevaricación.

La marcha debía iniciarse en la plaza de Cibeles a las 18:30 horas, pero la multitud congregada comenzó a moverse minutos antes de la hora prevista hacia la Puerta del Sol. Entre los asistentes, estuvieron el secretario de Movimientos Sociales y ONG del PSOE, Pedro Zerolo; los miembros de IU Cayo Lara, Gaspar Llamazares, Gregorio Gordo y José Luis Centella; así como los actores José Sacristán y Pilar Bardem, entre otros.

Muchos manifestantes portaban banderas republicanas, fotos de víctimas de la dictadura y pancartas con leyendas como "Impunidad para el franquismo, no gracias", "América Latina con Garzón", "Dignidad para las víctimas" o "Suprema justicia, suprema injusticia".

También había carteles con mensajes contra el PP, como "PP sucios y corruptos manipuladores" o "Tapan el Gürtel echando a Garzón", y al inicio de la marcha se corearon gritos contra la presidenta de la Comunidad de Madrid. En un momento de la misma, se gritó "dónde están, no se ven, los fascistas del PP" y se pidió la dimisión de Esperanza Aguirre. Incluso se pidió, directamente, la ilegalización del partido de Rajoy con la proclama "Hay que ilegalizar al PP".

En declaraciones a CNN+, el actor José Sacristán dijo que esta es una "cita obligada por razones morales y éticas" ante "el comportamiento de algunos miembros del poder judicial". "Hay rendijas por las cuales se cuelan algunas lagartijas y ratas miserables", apuntó sin especificar nombres. Sin embargo, en su opinión, marchas como la de este sábado no suponen "poner contra las cuerdas" a la Justicia sino una "llamada de atención", "sin revanchismo".

Gaspar Llamazares, presente también en la cabecera aunque en segundo término, añadió que el Supremo "está en el banquillo ante la sociedad española". Pilar Bardem, mientras, apuntó que desfila con sus compañeros "contra la impunidad del franquismo" y porque "no hay derecho a que una ley de impunidad soterre el genocidio".

Mientras, Pedro Zerolo, desde el PSOE, dijo de Garzón que "es un símbolo de la justicia universal" y "no un prevaricador". Añadió que el juez "está siendo perseguido por ser justo". Respondió a Rajoy diciendo que en su opinión "los atentados contra la democracia son el terrorismo y la corrupción que atenaza" al PP.  En referencia al juez del Tribunal Supremo Luciano Varela, mostró su sorpresa por su actuación, que calificó de "errónea, infundada, incomprensible e inexplicable", y que, en su opinión, "contrasta con lo que debe ser un Estado de Derecho".

Madrid no es la única ciudad donde se celebraron concentraciones y manifestaciones, convocadas a través de Facebook. En España, tuvieron lugar en Alicante, Almería, Barcelona, Cáceres, Cádiz, Cartagena, Ceuta, Córdoba, La Coruña, Gijón, Jaén, Las Palmas de Gran Canaria, León, Lugo, Málaga, Murcia, Orense, Palma de Mallorca, Santa Cruz de Tenerife, Santander, Santiago de Compostela, Sevilla, Valencia y Zaragoza. Las manifestaciones también se convocaron en las ciudades de Bruselas, Buenos Aires y Dublín.

"Ensuciar la memoria de las víctimas"

La lectura del manifiesto en defensa del magistrado comenzó con un poético Pedro Almodóvar que proclamaba que "la justicia no es solo una palabra hermosa, es una facultad de la dignidad humana" añadiendo que "hoy, tantos años después somos conscientes del precio que miles de hombres y mujeres pagaron por nosotros", en referencia a los represaliados del franquismo.

Entre gritos de "esta vez no pasarán", el director concluía su intervención afirmando que "todo esto va mucho más allá del propio proceso" mientras Almudena Grandes recogía el guante para afirmar que lo que hoy vivimos es "la prueba de la minoría de edad de la democracia española, que sigue acusando los efectos del terror indiscriminado al que Francisco Franco recurrió para tiranizar a los españoles durante dos décadas".

Grandes aseguró que el auto del juez Varela contra Garzón "nos devuelve a la noche oscura de nuestros asesinos" y "nadie puede olvidar que los 113.000 cadáveres que hay en las cunetas son la prueba de un proceso de exterminio sistemático de una parte de la población, que solo puede entenderse como un crimen contra la humanidad".

Marcos Ana, que cerró la lectura del manifiesto, dijo que "nadie puede comprender que un estado democrático impute un delito de prevaricación que ha actuado bajo los principios de verdad y justicia que le permitió actuar contra crímenes semejantes cometidos en Argentina o Chile".

El poeta prosiguió afirmando que "los crímenes contra la humanidad no pueden ser amnistiados y no prescriben jamás" al tiempo que sostenía que "la Ley de Amnistía de 1977, preconstitucional, no puede prevalecer sobre la propia Constitución, ni sobre los convenios en materia de derechos humanos", pese a que él mismo cometió asesinatos políticos durante la guerra civil.

El acto concluía con un minuto de silencio por las víctimas del franquismo, y con la petición, entre gritos, de "Justicia para las víctimas" y los gritos de Almodóvar desde el escenario, coreados por el gentío: "¡no hay impunidad!".

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