El intercambio de reproches entre Zapatero y Rajoy de este miércoles ha logrado adormecer a todo el hemiciclo. Y es que, quizás conscientes de que el protagonismo se lo llevarían las preguntas sobre el chivatazo, punto álgido tras la publicación de las últimas informaciones; han optado por un "perfil bajo" en sus alocuciones.
Quién sabe si por eso, o por desgana general, Zapatero y Rajoy no han puesto demasiado esfuerzo en plantarse batalla. Ambos se han enzarzado en la espiral habitual de los reproches mutuos, con frases calcadas a las de anteriores sesiones. Rajoy le reprochó al presidente del gobierno la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos, y Zapatero acusó al PP de hacerle culpable "hasta del aumento del precio de la gasolina, nos harán responsables hasta del huracán Katrina", se quejó. Por lo demás, nada destacable: preguntas y respuestas que sonaban conocidas, en un intercambio dialéctico que ha funcionado por pura inercia.
Soraya Saénz de Santamaría le tomaba el relevo al presidente popular, y tampoco tuvo una de sus mejores intervenciones. Siguiendo la estrategia del "sólo economía" la portavoz le reprochó a Alfredo Pérez Rubalcaba que se está ganando "la falta de credibilidad a pulso, por la agenda de sus engaños" dijo. Saénz de Santamaría aludía a supuestas incoherencias entre lo que dice el vicepresidente en los mítines "o cuando viene Merkel". Además, se refirió al "fondo de reptiles" destapado la semana pasada en la Junta de Andalucia, y aseguró que es la muestra de que "el gobierno ha renunciado a crear empleo, y es repugnante que algunos socialistas hayan hecho negocio con él". La bancada popular le regaló una cerrada ovación.
Rubalcaba contestó enumerando las medidas tomadas para combatir la crisis, desatando los abucheos con la mera mención del "Plan E". El vicepresidente recordó la reforma laboral y se vanaglorió de haber "puesto orientadores en las oficinas de empleo" y del "plan de formación" que usó para atacar a Rajoy: "Las subvenciones de este plan de empleo juvenil seguro que le interesan a Rajoy..." decía, sonriéndose. Rubalcaba siguió atizando: "seguro por los problemas que tiene para entender su letra y para formular ninguna propuesta" dijo, aludiendo al bochorno vivido por el líder del PP en Veo7. Rajoy dijo entonces que le había pasado algo "notable" al no comprender sus garabatos, y Rubalcaba hoy le ha espetado que "por cierto, señor Rajoy, notable no: en empleo juvenil suspenso para usted y para todo su grupo" dijo, jocosamente.