Según informa Fernando Lázaro en El Mundo, la candidatura de Carlos G. tuvo el respaldo de responsables de la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil. Contactaron con miembros del Tribunal encargado de examinar a los aspirantes para defender que Carlos G. era el candidato idóneo para el puesto de comisario.
No es la única ocasión en que el inspector, ahora comisario, ha sido premiado por Interior: en octubre de 2009 se conoció que fue condecorado con el distintivo rojo al mérito policial.
Carlos G. fue el encargado, en mayo de 2006, de dirigir un equipo policial para investigar el caso del chivatazo. Tras trabajar en la Comisaría de Información, fue enviado, junto a sus agentes, a la Unidad de Asuntos Internos, donde han trabajado al margen de sus compañeros y de forma independiente a sus superiores.
Él es el autor de varios informes en el que se apunta que la orden de avisar a Joseba Elosua, responsable de la extorsión etarra, partió de Víctor García Hidalgo, entonces director general de la Policía. Algunos han planteado sus dudas sobre su papel en el escándalo. Sindicatos policiales han reclamado que se investigue a los investigadores. Incluso se informó de que el propio Carlos G. podría haber estado implicado en el soplo.
Con el ascenso, el inspector tendrá que dirigirse a un nuevo destino profesional tras completar un curso de seis meses.