Las últimas declaraciones del ex líder del PNV en Tele-Bilbao confirmaban este extremo. Según Arzalluz, el presidente de los socialistas vascos, Jesús Eguiguren, ha estado "en continuo contacto con ETA" desde que comenzó la negociación entre ambas partes en 2005.
Y fue aún más lejos al asegurar que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, "miente como un bellaco" negando dichas conversaciones. "Siempre hay contactos y esta vez también hemos vistos cómo Eguiguren, etc, han estado en continuo contacto con ETA. Entonces, que lleguen a un acuerdo".
Para Arzalluz, en estos procesos "pasan muchas cosas" y "hay mil maneras de contactar, aunque no sea una pura negociación, en una mesa y con cámaras. "Estoy seguro de que hay contactos y de que hablan, pero Madrid, el Ministerio del Interior, Zapatero han tomado la postura de que no, de que no hay negociación".
Según recuerda La Gaceta, no es la primera vez que el entorno nacionalista critica el lenguaje de Rubalcaba. El pasado 7 de septiembre, el ex lehendakari Carlos Garaikoetxea criticó el "lenguaje oficialista" de Rubalcaba tras el comunicado de ETA. "Quizá pronto nos enteremos de que ha habido contactos", dijo.
Joseba Egibar, portavoz del PNV en el Parlamento vasco, advirtió de que la "pacificación y normalización" del País Vasco "está en la mesa de negociación" sobre los PGE entre nacionalistas y socialistas, que esta semana llegó a término mediante la cesión de las políticas de empleo a la comunidad autónoma.
Jaime Mayor Oreja lleva varios meses advirtiendo de este proceso encubierto. El portavoz del PP en el Parlamento Europeo ha dado la voz de alarma en sucesivas ocasiones, contraviniendo incluso el criterio de Génova. Según publica La Gaceta, dijo que "el proceso se ha fortalecido, porque ambas partes no sólo han consolidado sus posiciones, sino que han ampliado sus apoyos sociales".
En una conferencia en Sevilla, Mayor aseguró que el proceso estaba "blindado" y que cuando finalizó su primera parte, con la bomba en la T-4 y los dos fallecidos, simplemente empezó la segunda. Una segunda parte en la que el Gobierno "mantendrá una línea de diálogo" con el entorno etarra dando la impresión de que "no negocia con terroristas, sino con algo diferente".
Mayor también predijo la entrada en escena de los denominados mediadores internacionales, figuras utilizadas por la banda terrorista para la interlocución con el Gobierno.