El perfil, realizado por Juan José Millás, es abundante en sentencias crípticas acerca de su manera de moverse en la cosa política, como que "al lado de Pepe Blanco, soy Mao Tse Tung", o "mi carrera política es la de un estratega". Al margen de esto, o quizá no, Rubalcaba se permite reflexionar “fascinado” entre las diferencias entre "la imagen pública y la realidad. Sé de malos en estado puro que gozan de muy buena prensa", ironiza.
El ministro desliza también que hay un "antes y después de Gürtel" en su ministerio. "Después aparece esa cosa de la policía politica que falsifica pruebas". Considera en este tema que la defensa del PP de la campaña, orquestada por él mismo, "es un modo mafioso de amenazar a la Policía. A mí no me toques, que te doy, dedícate a la delincuencia común, pero a mí ni me toques".
El ministro de Interior, que confiesa que quiso retirarse después de las elecciones, espeta entonces que "yo tengo una imagen esquizoide. La izquierda me quiere y la derecha me odia, aunque creo que mi paso por Interior ha suavizado mi imagen entre la derecha". Preguntado por Juan José Millás sobre su fama de conspirador, éste responde que "viene de la época en la que era renovador (antiguerrista). Alguien me achacó que era el cerebro en la sombra de los renovadores, es decir, un tipo oscuro".
Es más, Rubalcaba expone en El País Semanal sus teorías acerca del control de la información. Millás dice que más que leer la prensa, parece que la escanea. El propio ministro reconoce que tiene escrita una conferencia en la que explica que el principio de incertidumbre –el ministro estudió química y de ahí su apodo- se puede aplicar a la vida política. El principio conlleva que sólo observando la realidad, ésta se modifica. En política, una vez planteada una reforma, "ya no te enfrentas a la realidad, sino a una nueva, iluminada". Dice que “los medios iluminan o ensombrecen y eso afecta a los sujetos de la acción política". Toda una declaración de transparencia.
A propósito de su trayectoria hasta el PSOE, enuncia que "empiezas a leer, te haces delegado de curso, coqueteas con el PC, con la ORT, lees a Bakunin, a Kopropkin, tonteas con el anarquismo y acabas en el PSOE. El tránsito del anarquismo al socialismo está chupado porque socialismo es libertad". Rubalcaba, capaz de correr en su juventud los 100 metros lisos en 10,9 segundos, reflexiona también sobre el pasado, presente y futuro de ETA.
Sobre ETA
Rubalcaba explica y justifica la versión oficial de la negociación del Gobierno con la banda asesina. "En el último proceso de paz había elementos que nos permitían ser optimistas, uno de ellos, que participara en él Josu Ternera, que había sido parlamentario y terrorista. Tenía, dentro de la banda, los trienios, el prestigio y la autoridad para haber llevado las cosas a buen puerto. Ahora eso no existe. Ahora nos encontramos con jóvenes cuya tendencia es superar a sus padres".
"Cuando se escriba la historia del final de ETA, el proceso de paz de 2006 se verá como un elemento clave, y eso lo sabía muy bien Zapatero", explica echando laureles al líder. Dice Rubalcaba que pensar en el final inmediato "y acelerar los ritmos" de la banda "es un error", aunque no desvela nada de la nueva negociación que algunos como Jaime Mayor Oreja vienen denunciando.
A un nivel más personal, Rubalcaba reconoce que si ETA no existiese, "se reducirían un 50% las dificultades" de su cargo. "ETA produce mucho ruido mediático, mucho dolor a veces", pero a su particular modo de ver “ocupa más espacio en la conversación que en la realidad”. Además, anuncia, "el terrorismo que en el largo y medio plazo nos debe preocupar es el islamista".
"En cuatro años de ministro he ido a once entierros. No dejo de pensar qué pasaría aquí cuando había dos muertos cada tres días…Cuando voy a los entierros, sí, pienso en Barrionuevo", desliza en otro lugar del texto publicado por El País Semanal.
Dice el ministro que, por esta y muchas cosas más, apenas tiene tiempo libre. "Piensas en salir, por ejemplo, y ¡joder! Mover los coches, que los escoltas te esperen hasta las tantas...". Dice que muchos sábados por la noche le apela su sentido de la responsabilidad: "Estás viendo un programa de la tele y te acuerdas de que un piso más abajo tienes una mesa llena de papeles". Es por eso que, muchos sábados por la noche es cuando más habla con Zapatero, que también parece tener el mismo problema.