Hasta en 4 ocasiones ha "lamentado" el portavoz del Gobierno la vinculación de la política nuclear con la reforma de las pensiones en la negociación que mantienen con los sindicatos. A pesar de que esta misma semana los ministros Miguel Sebastián y Ramón Jáuregui reconocieron que apoyarían prorrogar la vida útil de las centrales nucleares si se aceptaba el retraso en la edad de jubilación, hoy Rubalcaba reconoce la "torpeza gubernamental" que asumía Moncloa en el diario El Mundo.
Una disculpa pública a los sindicatos. En eso ha consistido hoy la rueda de prensa del Consejo de Ministros, después de que los principales líderes sindicales hayan supeditado el acuerdo a "que no haya intoxicaciones ni propuestas desconocidas". Se referían Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo a las declaraciones que esta misma semana llegaban del propio Ejecutivo. En sendas entrevistas, Miguel Sebastián y Ramón Jáuregui se mostraban a favor de prorrogar la vida útil de las centrales nucleares si se aceptaba el retraso en la edad de jubilación a los 67 años. Incluso el ministro de Presidencia reconocía un cambio en la política nuclear del Ejecutivo.
Hoy Rubalcaba se ha encargado de desacreditar a ambos y de suplicar el perdón de los sindicatos. "No quiero entrar en esa polémica (...) No hemos hablado de política energética y como no hemos hablado de eso no hemos podido hablar de energía nuclear ni de la otra, ni de la eólica ni de la fotovoltaica... de ninguna...".
Y a partir de ahí, la retahíla de disculpas de cara a la galería:
"La semana pasada traté de explicarles lo que estaba pasando. He visto que con un éxito sólo relativo, que me imputo a mí mismo ".
"Surgen noticias y esas noticias a veces no ayudan, pero no le echo la culpa a nadie, porque nadie la tiene".
"Ha surgido una polémica que yo lamento, de la que no culpo a nadie porque creo que estas cosas pueden suceder".
"Es una polémica disparatada a la que el Gobierno lamenta no haber podido cortar a tiempo pero ya le digo que las restricciones son las que son".
"En un proceso de esta naturaleza pues inevitablemente surgen estas cosas y es así y yo lo lamento y esperemos que podamos concluir el proceso sin incidentes de recorrido".
Hasta cuatro disculpas. Un clarísimo mensaje a los sindicatos. De reconocimiento de la descoordinación gubernamental y de promesa de que no volverá a ocurrir. Porque lo que quiere el Gobierno es que se retomen cuanto antes las negociaciones para lograr este acuerdo "muy importante" para la economía española. Tan contundente quería ser ese mensaje que Rubalcaba ha optado por saltarse su escenografía habitual de Moncloa. Tras relatar los acuerdos en su intervención inicial, ha querido hacer una reflexión sobre la negociación con los sindicatos para aclarar este punto. Lo ha hecho antes de las preguntas de la prensa.
En el coloquio posterior no ha dicho nada que no hubiera dicho antes.
"Sólo se han tratado los temas de la agenda. Nunca de política energética". Sin embargo Libertad Digital le recordaba que el propio debate se inició desde el Ejecutivo cuando Ramón Jáuregui y Miguel Sebastián decían lo contrario que Rubalcaba hoy en Moncloa. "Veo que no he conseguido explicarme y fíjese que lo he intentado...". El vicepresidente evitaba contestar y repetía el mismo discurso. Cuando este periódico le intentaba repreguntar, decía "Si no le importa las repreguntas las doy yo, por no alterar el orden, no por nada...". Y esbozaba una sonrisa.
¿Ataque a la prensa?
Las culpas que Rubalcaba no ha querido encontrar, o reconocer, dentro de su equipo de Gobierno, las buscaba sin embargo entre la prensa. Era a los únicos a los que nombraba cuando hablaba de no buscar culpables, aunque mostraba una actitud comprensiva. "Pues surgen noticias y ustedes haciendo estrictamente su trabajo las buscan y las publican. Y es verdad que el Gobierno, y yo personalmente creo que una negociación televisada es muy difícil que salga. Muy difícil".
Acuerdo, más lejos que cerca
El vicepresidente primero también ha explicado que en sus múltiples encuentros, ha constatado la "voluntad firme de diálogo por las tres partes: empresarios, sindicatos y Gobierno. No me cabe ninguna duda de eso". Pero si bien decía que "es posible un acuerdo", añadía: "les digo yo que no lo veo cerca. No, no lo estamos".