Mientas la Fiscalía de la Audiencia Nacional lucha por dar cerrojazo al caso Faisán, que investiga el chivatazo a ETA, día a día se van conociendo informaciones que aumentan las sospechas sobre la trama.
Antena 3 Televisión desvelaba cómo el mando policial encargado de investigar el soplo a la banda terrorista era el principal sospechoso del delito, tesis a las que también se sumaban los principales sindicatos policiales. Pero el escándalo no queda ahí, ya que según la información que ofrecía Tiempo en 2006, el Ministerio del Interior se esmeró especialmente en mimar a este inspector, que sería Carlos Germán, y a sus agentes.
Todos gozaron de una carrera meteórica, con promociones sospechosas y medallas concedidas por el propio Alfredo Pérez Rubalcaba. El historial del tratamiento a los agentes es una continua lista de "excepciones", en las que se evidencia que gozaban de privilegios impropios de su rango.
"¿Cómo sabían los autores del chivatazo que exactamente ese día el control policial estaba más relajado?" se preguntan los compañeros del inspector. Se trata de una información exclusiva y confidencial, a la que no todos los agentes podrían tener acceso.
El juez Grande-Marlaska encargó la investigación del caso a la Guardia Civil, que Garzón se encargó oportunamente de apartar del caso.Tras emitir sus informes, despreciados por falta de pruebas por el fiscal, Carlos Germán y sus compañeros de grupo abandonaron la Comisaría General de Información, según publica El Mundo. Sus intrigas y las reticencias despertadas entre sus compañeros, lograron un "ambiente irrespirable", porque a esas alturas ya todos sospechaban de que algo "olía mal" en la gestión de estos agentes.
El Ministerio del Interior tomó cartas en el asunto, de una manera esclarecedora: promocionó a todo el grupo a la elitista Unidad de Asuntos Internos, que irónicamente se dedica a investigar a los propios agentes.
Allí, siempre según la información de Tiempo Carlos Germán y su segundo, el inspector jefe Francisco Javier V., actuaron a capricho, en virtud de sus relaciones cercanas con el ministerio. Germán, despachaba directamente con el actual director adjunto, saltándose literalmente a su entonces superior, el comisario de Información.
Las sospechosas actuaciones de este grupo les valieron el apelativo de "los patas negras" que funcionaban por libre dentro de la unidad, haciendo y deshaciendo a su antojo. Rompieron con todo el funcionamiento, y según declaran fuentes de El Mundo: "Ahora, tenemos un grupo aquí del que no sabemos absolutamente nada. Y eso es preocupante". Nadie, dentro de la jerarquía policial tiene información sobre cuáles son las actuaciones de la unidad.
Tiempo cuenta también como los principales sindicatos policiales, ya manifestaban en 2006 sus hipótesis, cada vez más claras, de que hay pruebas fundadas que señalan a Carlos Germán y Francisco Javier. V como autores del chivatazo a ETA.
Pero el ministerio, además de desoír estas alertas, optó por premiar a los sospechosos, en mitad del transcurso de las investigaciones. El 28 de Septiembre de 2006, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba condecoraba en Granada al inspector Germán, y a cuatro de sus agentes. Les concedió la medalla roja al mérito policial, uno de los más altos galardones del Cuerpo, que está pensionado de por vida con 1.400 euros anuales, además de un aumento del 15% del salario.
Incluso en la concesión de esta distinción, hubo irregularidades muy esclarecedoras . Habitualmente el jefe de la unidad propone a los policías para ser condecorados, pero aquí las órdenes partieron de más arriba, saltándose todos los trámites propios de estas situaciones, según desveló Tiempo .Por otro lado, se da la circunstancia de que esta unidad también está encargada de investigar el caso del robo de la droga de Sevilla, de la que continúa sin saberse nada , según informaba El Mundo.