Rubalcaba ha vuelto con las pilas puestas. Después de su baja médica, el regreso del vicepresidente despertaba gran expectación, y su intervención no ha defraudado. Al menos, en lo que a polémicas se refiere.
Rosa Díez preguntó a Rubalcaba por las medidas de para "reducir el consumo energético", cuestionando la efectividad real de las medidas. "Lo ridículo es que llamen medidas de ahorro a un ‘copy paste’ de antiguas medidas" que, según dijo "ya se pusieron en marcha en el franquismo y fracasaron" . Díez tildó la reducción a 110 km/h como "nostálgica e inapropiada", porque estaba reduciendo la velocidad a un país que va "cuesta abajo y sin frenos".
Como también suele ser habitual en el vicepresidente, eludió contestar a la primera intervención de Díez, zanjando la cuestión con una sola frase: "Estamos tratando de acelerarlo" se limitó a decir. Rosa Díez volvió a la carga, desglosando pormenorizadamente el modo en el que el gobierno socialista está llevando "cuesta abajo" al país: destrucción de empleo, paro juvenil, baja calidad del sistema educativo... "En lo único que va por delante y a velocidad de crucero es en la destrucción de empleo", aseguró. "Dejen de frenar el desarrollo y frenen la caída" dijo la diputada, que concluyó pidiendo la dimisión del Gobierno.
Rubalcaba no quiso incidir en el fondo de las cuestiones que le planteó la líder de UPyD, y se refugió en la chanza y la broma para evitar profundizar. Así, le recordó a Díez una metáfora que había utilizado en su blog para criticar la medida de los 110 km/h, asegurando que después un periódico "de derechas" lo usó como titular: "Una prensa de la derecha que debe usted leer con bastante asiduidad", dijo entre risas, con visible intención de incomodar Díez.
Sobre la reducción de velocidad, el vicepresidente negó la mayor, y aseguró que lo importante es que "estamos ahorrando gasolina" y que, además "no se han aumentado las multas como usted vaticinó, sino que se han reducido".