El PP ha querido transmitir la idea de que "no mira para otro lado" tras conocerse parte del sumario del caso Gürtel. Sin embargo, no anuncia ningún tipo de medida contra los presuntos implicados: ni habrá dimisiones ni tampoco la creación de una comisión interna.
Pocas veces ha habido tanta expectación en la sede nacional de los populares. A media mañana, Mariano Rajoy se reunía de urgencia con la cúpula de su partido para abordar este asunto y hacer público un comunicado oficial. Se ponía fin así a "la indiferencia" anunciada sólo horas antes.
Según ha podido saber Libertad Digital, en "la reunión de pasillos" -como la denominan en Génova- estuvieron la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal; los vicesecretarios Esteban González Pons y Ana Mato; el responsable de Justicia del partido, Federico Trillo; la portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría y Jorge Moragas, en calidad de asesor personal del presidente.
El encuentro, que se celebró en la séptima planta (en la que se encuentran los despachos de Rajoy y Cospedal), atrasó más de una hora la "Jornada de Presupuestos" del partido, lo que originó todo tipo de especulaciones en las filas del PP.
Un "mini Comité de Dirección" en el que, según fuentes consultadas, los presentes transmitieron a Rajoy que el PP no podía seguir mirando para otro lado. Y el líder de la oposición tomó buena nota de ello.
Rajoy sigue sin responder a los periodistas
Nada más comenzar su intervención en la reunión sobre las Cuentas Públicas, a la que los periodistas no pudieron acceder, abordó el caso Gürtel para decir que si algo queda "acreditado" no es la financiación irregular del partido, lo que es "muy importante", sino que se trata de "una trama de corrupción para aprovecharse del PP y para utilizarlo en su contra".
Bajo esta premisa, Rajoy recalcó que "cualquier persona que haya hecho lo que no debe hacerse tendrá que asumir sus responsabilidades ante la opinión pública", y añadió: "el PP no mira para otro lado ni va a hacerlo nunca".
Y terminó así: "En toda organización puede haber, o no, personas que hagan cosas que no se deben hacer, pero el PP actuará y exigirá responsabilidades a los que hayan hecho cosas que no deberían hacer".
Cospedal: "El PP ya ha actuado"
Menos de una hora después, la número dos del partido se enfrentaba a los periodistas, comunicado oficial en mano, para matizar a su líder y recalcar que el PP ha hecho todo "lo que podía hacer" en la depuración de responsabilidades.
"Esto no es un Filesa del PP, no son cargos del PP que hayan montado una organización para enriquecer al PP, sino que son personas privadas que han podido, o no, montar un entramado para aprovecharse del partido, después utilizado en contra del PP", argumentó Cospedal, en una rueda de prensa monotemática.
"La diferencia es sustancial", sentenció, para después recalcar que la dirección nacional "no comparte" que algunos cargos o militantes del partido hayan recibido los regalos que se describen en el sumario, si bien ha puntualizado que tales hechos "hay que demostrarlos".
Tras insinuar que no habrá dimisiones hasta que se conozca el sumario de la trama por completo, también dio portazo a una comisión de investigación interna: "no podemos utilizar otros medios de investigación o de sanción porque no tenemos competencia para hacerlo; que una persona vaya o no a la cárcel no depende del PP, sino de los tribunales. Hemos hecho todo lo que podíamos hacer".
Por último, en cuanto a la comprometida situación de Ana Mato -que según el sumario de la Gürtel habría sigo agasajada por la trama de Francisco Correa-, Cospedal ha asegurado que cuenta con la confianza del partido y que ya ha dado las explicaciones necesarias.
Comunicado del PP
En el comunicado, el PP pone de manifiesto que no hay nuevas imputaciones tras conocerse el sumario y que, por el contrario, respecto de aquellos que sí están ya imputados, ha decidido la suspensión de militancia y la renuncia de los cargos, informa EFE.
En el texto, el partido denuncia que son "víctimas de una actuación sectaria y partidista" por parte del Gobierno y de la Fiscalía General del Estado, y así, ha acusado de ello a María Teresa Fernández de la Vega, a Alfredo Pérez Rubalcaba y a Cándido Conde Pumpido.