Son los dos temas que hoy concentran las críticas por las rectificaciones del presidente: la deuda de las comunidades autónomas tras la entrevista con Artur Mas y la política nuclear del Ejecutivo. Zapatero niega "rectificación o trato de favor" hacia Cataluña en el primero. Y en el segundo, admite que "es flexible", y que no hay posiciones enrocadas.
El debate de las rectificaciones de Zapatero ha vuelto al Congreso. Hoy se habló de dos. La primera y más sonada es la relativa a la deuda de las comunidades autónomas después de que el presidente del Gobierno haya permitido elevar su nivel de deuda a Cataluña tras su entrevista con Artur Mas en La Moncloa.
Zapatero ha negado la mayor: "no hay nada nuevo, ni antes de la entrevista con Mas, ni ayer". El presidente ha explicado que "todas las comunidades tienen que cumplir el déficit". Y si no lo hacen, deben de presentar un plan de consolidación fiscal, que compromete la reducción del déficit al 1,3% para poder endeudarse y refinanciar su deuda.
"Eso estaba antes, durante y después de la entrevista con Mas. Por tanto,es un debate de una cierta confusión. No ha habido ni trato de favor, ni rectifiaccion. Entonces, en fin, hagamos las cosas con un poco de rigor".
Según Zapatero, el régimen de endeudamiento lo fija el Consejo de Política Fiscal y Financiera y Cataluña ha cumplido con la formula pactada. "El gobierno catalán, como otros, ha presentado un plan de consolidación fiscal en el ministerio de Economía y Hacienda, el 30 de enero. Tiene que desagregarlo y concretarlo y, en función de ese plan, que compromete la reducción del déficit al 1,3% en el año 2011, tendrá autorizaciones de deuda igual que todas las comunidades".
No es nada habitual que el jefe del Ejecutivo se salga de su tradicional monosílabo en sus preguntas a la prensa en el pasillo del Congreso. Pero hoy se ha visto obligado. Las acusaciones de Comunidades y ayuntamientos llegaban hasta de su propio partido. El socialista José María Barreda, presidente de Castilla La Mancha, llegaba a decir que "No puedo aceptar ni aceptaré ningún trato discriminatorio. Soy el presidente de Castilla-La Mancha, no el presidente de los socialistas de Castilla-La Mancha".
Las críticas más duras llegaban también de Murcia y de la Comunidad Valenciana, donde llegaban a pedir una convocatoria extraordinaria del Consejo de Política Fiscal y Financiera. También desde el ayuntamiento de Madrid,Alberto Ruiz Gallardón, a quien Zapatero no le dejó refinanciar su deuda en el mes de noviembre.
Pero todo, según el presidente, es un capítulo de "confusión"."A veces es que se produce un debate que...", se reía mientras se alejaba.
Segunda rectificación, política nuclear
La segunda rectificación de la que se hablaba era en torno a la política nuclear del Ejecutivo. Ha sido en la pregunta formulada por el portavoz de CIU en el Congreso, Josep Antoni Durán i Lleida, que a la vista de la extensión del mix energético, incluída la energía nuclear, hasta 2035, le preguntaba a Zapatero si había una nueva rectificación del equipo gubernamental.
"¿Significa, señor presidente, que está usted cambiando su posición, también en materia de energía nuclear?Creo que ésta es la gran asignatura pendiente y me gustaría, de una vez por todas, que usted dijera a la cámara cuál es su posición al respecto."
Lejos de desmentir de forma tajante la rectificación, Zapatero se limitaba a constatar su voluntad de cambios y acuerdos. "Sobre cualquier cuestión que el acuerdo contenga... Desde luego el Gobierno siempre es flexible para buscar el consenso. Nosotros no tenemos posiciones... ". Y ahí se quedaba su respuesta por falta de tiempo. "Muchas gracias señor Presidente... ", le cerraba José Bono.
Enfado entre Zapatero y Duran
En su intervención, la más llamativa de las preguntas hacia Zapatero, Duran ha recriminado a Zapatero que no cuente con el Congreso de los Diputados en su Acuerdo Económico y Social. "El Parlamento no debe sumarse, debe ser el protagonista del acuerdo", decía recogiendo las palabras del jefe del Ejecutivo.
Algo que no le ha hecho mucha gracia a Zapatero. Finalizada su intervención, Duran bajaba de su escaño en dirección a la puerta de salida y pasaba por delante del Presidente. Éste le llamaba y mantenían una discusión, interrumpida por las gesticulaciones de Zapatero, con cara de reprobación al parlamentario de CIU.