Será la foto de la jornada: Mariano Rajoy, cerca de dos años después, vuelve a Asturias para tratar de impulsar la candidatura de Isabel Pérez Espinosa. Visitará Gijón y Llanes después de que, en las últimas semanas, se hayan trasladado al Principado destacados pesos pesados del PP como María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría, Esteban González Pons o Antonio Basagoiti.
"Nos vemos el sábado en Asturias", se dijeron ambos dirigentes en la clausura de la convención autonómica, que se celebró el pasado fin de semana, dejando una imagen que bien ilustra la relación que mantienen líder y candidata: él no la reconoció cuando fue a saludarle. "No se ha dado cuenta de que soy yo", admitió Pérez Espinosa, que previamente tuvo que aguantar como confundía su apellido.
En el cónclave celebrado en Palma de Mallorca también se vislumbró el poco aprecio que el denominado aparato del PP le procesa a la cabeza de cartel y el desconocimiento general sobre su persona. Pérez Espinosa fue, literalmente, al encuentro de sus homólogos en más de una ocasión.
Y, para rematar, la elegida por Rajoy no tuvo empacho en asegurar que estaba cerrada la presidencia de José María Aznar en Asturias en campaña, extremo que FAES negó tajantemente. "Es mentira", zanjaron fuentes solventes.
Un panorama que ha dado fuerzas al principal rival de Pérez Espinosa en las urnas, el anterior dirigente popular Francisco Álvarez Cascos, que cada vez se muestra más seguro de que podrá ganar las elecciones sin necesidad de pactar con el PP.
Precisamente, uno de los argumentos más esgrimidos por el ex ministro para criticar la decisión de Rajoy de decantarse por Pérez Espinosa ha sido su teórico desconocimiento del Principado, y para explicarlo echa mano de la hemeroteca: sólo cuatro viajes desde 2007, tres de ellos en actos de campaña o precampaña.
Con el de este sábado, será su quinto y primero desde la carrera por el voto de las elecciones europeas, cuando acudió a la región en pro de la candidatura de Jaime Mayor Oreja. Por el contrario, el líder popular visita, como mínimo, una vez por semanas Castilla-La Mancha y varias veces al mes Andalucía. También es un habitual de Aragón y Cataluña.
Con su presencia en Llanes y Gijón, explica un portavoz autorizado, Rajoy quiere demostrar el respaldo cerrado de Génova a Pérez Espinosa e intentar darle la vuelta a las encuestas, que sitúan al PP como tercera fuerza política. Si Cascos hubiera sido el candidato, esas mismas encuestas le daban la mayoría absoluta.