De la comparecencia de Mariano Rajoy en el palacio de la Generalidad tras la reunión que ha mantenido con José Montilla solo se puede extraer una conclusión: que estuvo “muy a gusto” y “muy cómodo” durante las dos horas cortas de encuentro con el presidente catalán.
Por lo demás, el líder del PP ha venido a constatar que esta reunión no servía para nada, salvo para la foto. “El president me explicó su planteamiento, que es conocido, y yo el mío, que también es conocido”, reconoció Rajoy, con las banderas catalana y española a su derecha.
Según su versión, a Montilla le dijo que el PP “respetará y acatará las decisiones” del Tribunal Constitucional y le recordó que “sus funciones y sus componentes” fueron votados por el Congreso de los Diputados. “Son las reglas de juego y a ellas me someteré”, sentenció.
A Montilla le recomienda "pedagogía de la Constitución"
Dos fueron los asuntos en los que chocaron radicalmente: la retirada del recurso de inconstitucionalidad del Estatuto catalán por parte del PP y la renovación del Alto Tribunal antes de que dicte sentencia sobre el texto. “Le he dicho que no le iba a engañar ni a él ni a nadie”, apuntó, para acto y seguido recalcar que está dispuesto “a colaborar en beneficio de los ciudadanos”.
Preguntado por si hoy, ateniendo a la coyuntura política, habría presentado (o no) el recurso de inconstitucionalidad, Rajoy no responde, si bien añade que “la obligación básica de cualquier dirigente político no es frivolizar” y que el PP tomó entonces esa decisión porque “queremos un estatuto constitucional”. “Va a ser mucho mejor para los ciudadanos, será el TC quien dé razones o las quites, es bueno que la gente sepa que hay un estatuto constitucional”, argumentó. Al jefe del Ejecutivo regional le sugirió "pedagogía de la Constitución".
Diferencias con la reunión de Zapatero
“Las cosas están como están”, llegó a decir el jefe de la oposición, que puso el acento en lo bien que le había tratado el presidente regional. “Estoy satisfecho de la reunión, no hemos coincidido en algunas cosas pero creo que ha sido bueno”, afirmó. Estado de ánimo que repitió en constantes ocasiones y que contrasta con el manifestado tras la cita en Moncloa con José Luis Rodríguez Zapatero 24 horas antes.
También hubo otra diferencia con respecto a la reunión con el presidente, y es que en ésta Rajoy si forzó un asunto más en la agenda: la grave crisis económica que azota a Cataluña. En este punto, el líder popular le trasladó a Montilla lo negociado con Zapatero y le mostró su colaboración para que esta comunidad “vuelva a convertirse en el motor decisivo que era”.
Críticas internas
Precisamente, una de las críticas que más se escuchan en el Partido Popular de puertas para adentro es que su líder no abordara con Zapatero, su “homólogo natural” según afirma por activa y por pasiva, la crisis institucional y sí con Montilla, al que no reconoce como negociador.
“Vale que nos reunamos con todos aquellos que nos llamen” pero “esta foto sólo beneficia al president”, argumentó este mismo miércoles un miembro de la cúpula del partido, en conversación informal con Libertad Digital. Otros, sin embargo, creen que con esta visita a Barcelona “Rajoy ha sumado un punto a su imagen de moderado”.
Recurso previo de inconstitucionalidad
Como anuncio de la jornada solo cabe destacar lo ya avanzado por la portavoz del PP Soraya Sáenz de Santamaría: una iniciativa para recuperar el recurso previo de inconstitucionalidad para los estatutos autonómicos. En cuanto al Constitucional, Rajoy se ve con la legitimidad suficiente para pedirle que falle “ya” sobre el texto catalán.
Montilla sigue amedrentando al TC
Tras el invitado, tomó la palabra el anfitrión, quien tampoco suavizó el tono de sus amenazas. Es más, Montilla advirtió que “nada sería igual” si el Alto Tribunal hace un recorte del estatuto, y enfatizó: “implicaría una fractura difícilmente remediable”.
Según Montilla, “cada vez es más difícil” para el PP defender el recurso que presentaron al TC contra el Estatuto, y aseguró que está convencido de que hoy no lo presentarían. También indicó que no descarta reunirse con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para hablar del futuro del Estatuto, aunque sí han hablado de ello por vía telefónica.