LD (Pablo Montesinos) Tras semanas de rumores, Mariano Rajoy ha anunciado, a través de un escueto comunicado de prensa, que propondrá a Mayor Oreja como cabeza de lista del PP a las elecciones europeas.
El formato con el que el PP ha desvelado la incógnita ha resultado, cuanto menos, sorprendente. En vísperas del Día de Reyes, un domingo y bien entrada la tarde. No ha habido rueda de prensa, sino un escueto comunicado. La candidatura se conoce, además, sólo dos días después de que tres encuestas en tres medios de comunicación diferentes -El Mundo, La Vanguardia y Público- pronosticaran un batacazo electoral del principal partido de la oposición si hoy se celebrasen elecciones generales. La peor parte se la lleva su presidente, en quien no confían ni aquellos que le votaron en las pasadas elecciones generales.
Unos sondeos que habrían precipitado el anuncio de Rajoy, que con la elección de Mayor Oreja intenta que aquellos votantes del partido descontentos con su gestión no le castiguen en las urnas. Mejor la abstensión que un voto en contra. Hay que recordar que el PP ha vendido la cita europea como un auténtico plebiscito de su líder.
Sea como fuere, era una decisión muy esperada por el partido, que en las últimas semanas ha visto como el número de posibles candidatos se multiplicaba. Según ha informado el gabinete de prensa de los populares, el ex ministro del Interior ya conocía la decisión del presidente del PP, que le fue transmitida en una reunión celebrada recientemente. Concretamente, en el almuerzo que ambos mantuvieron y por el que Rajoy se ausentó de la votación de los Presupuestos Generales del Estado.
Por su parte, el resto de integrantes del Comité Ejecutivo Nacional han sido informados este mismo domingo mediante un mensaje de telefonía móvil remitido por el propio partido.
Pasadas las vacaciones de verano, los nervios ante el mutismo de Rajoy fueron en aumento y las voces que alejaban a Mayor de la Eurocámara también. "La pelota está en el tejado de Rajoy", apuntaban entonces fuentes del partido, pero su círculo más cercano añadía que "chirriaría un poco" que el ex ministro fuera finalmente reeligido. Unas circunstancias que, alimentadas por el silencio del líder de los populares, fueron engordando la lista de posibles sustitutos: Alberto Ruiz Gallardón, Arias Cañete, Ana Botella, Pilar del Castillo, Javier Arenas, Rita Barberá o Jorge Moragas.
Mientras tanto, en Bruselas la mayoría de eurodiputados populares respaldaban públicamente a su jefe. Lo hicieron, entre otros, Alejo Vidal Quadras, Luis Herrero o López Istúriz.
Sin embargo, Mayor Oreja empezaría a respirar algo más tranquilo cuando los tres vicesecretarios del PP respaldaron públicamente su candidatura. Un hecho "muy significativo", según fuentes consultadas por este periódico, que advertían poco antes de las fiestas Navideñas que Mato, Arenas y González Pons no se iban a pillar los dedos si la candidatura del ex ministro no era la ganadora.
Al final, Esperanza Aguirre gana la apuesta, reiterada en hasta dos ocasiones, y Mariano Rajoy volverá a apostar por Mayor. Será la segunda vez consecutiva que el fuera candidato a lehendakari vaya como cabeza de lista a las europeas. El PP lo argumenta: en los anteriores comicios a la Eurocámara, en 2004, obtuvo "un magnífico resultado" con más del 40 por ciento de los votos.
Además, en el comunicado se recalca que el dirigente vasco "ha desempeñado con notable éxito la jefatura del grupo popular en la Eurocámara" y que en los últimos meses "ha trabajado intensamente" en la elaboración del programa del programa electoral del Partido Popular europeo.
Eso sí, Mayor Oreja ya va con desventaja. Al retener tanto su nombramiento, el PP ha permitido al candidato socialista, Juan Fernando López Aguilar, a hacer campaña sin ningún tipo de rival. Ya en verano se conocía su elección, y desde entonces ha ido labrándose el terreno.