El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha ofrecido al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, un pacto para reducir el gasto público porque considera que es "el único serio y sensato" que cabe en estos momentos y ha presentado como recetas para salir de la crisis una política "contraria" a la que se está haciendo, donde se contemple el ahorro y la austeridad, la bajada de impuestos a los emprendedores y las familias y donde se lleven a cabo reformas estructurales en educación, justicia, energía y la unidad de mercado.
Así lo indicaba durante la cena de inicio de curso político organizada por el PPCV en la Plaza de Toros de Valencia, donde ante 2.000 asistentes, cerró las intervenciones que realizaron la alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá, el presidente del PP provincial Alfonso Rus, y el del PPCV y de la Generalidad valenciana, Francisco Camps, con un discurso centrado en la economía.
El líder del principal partido de la oposición ofreció un pacto al Gobierno para que "el techo de gasto de los Presupuestos Generales del Estado del año 2010 sea inferior al de 2009" y "no se dilapide el dinero del contribuyente". "Ofrezco un pacto para reducir el gasto público y no seguir hipotecando y hundiendo este país, es el único serio y el único que cabe en España en estos momentos", incidía. "El PP cree que en un momento de crisis como éste, subir los impuestos es darle la puntilla a una economía que ya está maltrecha por los disparates de Rodríguez Zapatero", dijo y añadió que con ella se pretende que los españoles "paguen los errores y gracietas" del presidente del Gobierno, algo que no consentirán porque es "inaceptable".
En este sentido, recalcó que el PP nunca apoyará "el despilfarro brutal del dinero de los españoles, el de hoy y el de mañana" y añadió que se opondrán "a que se hipoteque el futuro de los españoles y a que se nos endeude hasta el infinito". Asimismo, recordó que Zapatero prometió en las Cortes que no iba a subir los impuestos pero ahora lo ha hecho. Rajoy abogó por una política basada en el ahorro y la austeridad, la bajada de impuestos a los emprendedores y las familias y donde se lleven a cabo reformas estructurales en educación, justicia, energía y la unidad de mercado. Afirmó que estas políticas "se pueden hacer" y las desarrollan países como Francia, Alemania, Grecia y Portugal, cuyas economías crecen, mientras que España es el estado de la UE donde más decrece el PIB y con mayor tasa de paro.
El presidente del PP realizó un repaso a las medidas económicas aprobadas por el Gobierno central en los dos últimos meses, que calificó de "conjunto de despropósitos", y que resumió en la decisión de cerrar en 2013 la central nuclear de Garoña; la subida de impuestos a los carburantes; el "estrepitoso fracaso del diálogo social" y el "arremeter" contra los emprendedores; la financiación autonómica, con la que las comunidades tendrán menos dinero que con el anterior modelo; la ayuda de 420 euros a los desempleados, con la que "el circo es estratosférico" y el aumento del endeudamiento público, enumeró. En esta línea, consideró que habría sido "mejor" que no hubieran adoptado ninguna decisión porque el "daño" sería "menor". Ahora, dijo, "hay quien dice" que es necesario "llegar a acuerdos", algo que rechazó porque "no se puede acordar sobre la nada".
"Mentiras continuadas"
Rajoy sostuvo que se trata de "mentiras continuadas" -citó Afganistán y la crisis económica-, por lo que "nadie confía en Zapatero" porque "no se puede creer ni confiar en quien ha mentido tantas veces y, en este sentido, aseguró que le gustaría que Rodríguez Zapatero reconociera en el Congreso "que no se puede mentir a los españoles".
El líder del PP sostuvo que España era un país que había logrado "subir a la primera división", aunque en política "no se puede vivir de la herencia" y "perdimos la categoría". Ahora, manifestó que el debate se debe centrar en "qué tenemos que hacer para no arrastrarnos por el suelo" y "levantarnos con la categoría de un país" como corresponde a éste. Rajoy, que comenzó su intervención recordando al fallecido conseller de Medio Ambiente de la Generalidad, José Ramón García Antón, reiteró que el Gobierno se muestra "total y absolutamente incapaz" para afrontar la crisis y añadió que es "un clamor que no vamos a ninguna parte" cuando "España no se ha portado tan mal como para soportar una cosa como la que estamos viviendo".
En este sentido, consideró que en esta situación, la "responsabilidad" del PP es "mayor que nunca" porque "muchos españoles nos miran y creen en nuestra alternativa" mientras que otros empiezan a creer por lo que manifestó que trabajarán para no defraudarles. "El PP sabe estar a las duras y a las maduras, y aquí pintar duras", aunque se mostró dispuesto a asumir la responsabilidad en un partido en el que caben "todos" porque tiene vocación "mayoritaria" y que busca el interés general".
"Les pasará factura"
Asimismo, en relación con el caso Gürtel, Rajoy afirmó, sin citarlo expresamente, que los "actuales dirigentes que se llaman socialistas son los grandes derrotados, son ellos quisieron con sus acusaciones en los juzgados y con crueldad infinita lograr lo que no consiguieron en las urnas, que es liquidar al PP y no lo han conseguido y les pasará factura en el futuro". "Ni en política ni en la vida vale todo. No somos perfectos, pero lo que hemos visto en estos meses, hace bueno el refrán de que el fin no justifica los medios y que en la vida no vale todo", manifestó Rajoy, quien aplaudió al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, puesto en pie cuando Barberá pidió este apoyo a toda la Plaza, y agregó que la gente "se ha dado cuenta porque tiene más criterio, olfato e intuición de lo que algunos pensaban". Por ello, auguró que el PPCV ganará las elecciones, que serán "muchos más" y reiteró que el PP es "la única alternativa seria sensata viable y razonable de España".
Asimismo, hizo una advertencia al PPCV de que los socialistas "son capaces de volver a las andadas porque no descansan cuando se trata de ir contra el PP", que "si emplearan las mismas energías en abordar la situación económica otro gallo cantaría". No obstante, apuntó que "si lo hacen, el partido "dará las batallas que tenga que dar. Estará en su sitio y las ganaremos y si no, al tiempo".