Mariano Rajoy quería hablar de economía, y sólo de economía. Sin embargo, la marabunta de periodistas que este viernes le esperaba en el Congreso de los Diputados tenía otros temas en la mente: la sanción -ya definitiva- a Ricardo Costa y Manuel Cobo, la situación judicial de Jaume Matas -que a esa hora copaba las portadas todos los periódicos digitales- y las advertencias de Jaime Mayor Oreja sobre un segundo tiempo de negociación entre el Gobierno y la banda terrorista ETA.
La expectación recordaba a la de antaño -con el caso Gürtel o los líos entre Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón azotando al PP-, y el Rajoy del 'por favor me dejan pasar' no se hizo de rogar. Mutismo absoluto sobre todos los temas incómodos que afectan a su partido.
Los informadores le preguntaron tanto por la decisión del Comité de Derechos y Garantías como por el que fuera presidente de Baleares, pero nada de nada. “Dentro voy a hablar”, dijo, en referencia a la intervención que iba a tener acto y seguido junto con su delegación económica, en la que se dedicó, en exclusiva, a criticar el plan anticrisis presentado por el Gobierno. Le siguieron en su silencio tanto la portavoz del Grupo Parlamentario, Soraya Sáenz de Santamaría, como la vicesecretaria de Organización del partido, Ana Mato.
Su equipo tuvo que actuar
A la salida, vuelta a empezar. En un estrecho pasillo, con los periodistas agolpados a ambos lados de la puerta, Rajoy tuvo dificultades para avanzar, hasta el punto de que algunos miembros del servicio de prensa del PP y del grupo popular han tenido que intervenir para abrirle paso. A gritos, los periodistas le han vuelto a abordar sobre los asuntos anteriormente citados mientras Rajoy, en silencio, caminaba a duras penas flanqueado por los suyos.
Éste era, según la agenda facilitada por el PP, el último acto del presidente del PP antes de Semana Santa, cuando tiene previsto hacer un tour por las Islas Canarias el lunes y el martes para ya quedarse a descansar el resto de días. Ya el lunes de Pascua, recuerdan con estupor en Génova, se levantará totalmente el secreto sumarial del caso Gürtel.