Francisco Álvarez Cascos “sería un gran candidato” para Asturias. La frase es de Mariano Rajoy, y fue pronunciada el pasado 29 de agosto. Ya por entonces, ambos dirigentes habían conversado sobre la complicada situación del partido en el Principado, y el líder del PP le mostró su convicción de que su candidatura era la mejor baza para lograr la victoria electoral en 2011.
La escena se repetiría en septiembre, cuando el jefe de los populares volvió a asegurar al ex ministro de Fomento que él sería el cabeza de cartel en el Principado para los comicios venideros. Este miércoles, el Comité Electoral Nacional, bajo orden de Rajoy, ha acordado que Cascos no forme parte de la candidatura por Asturias, que será liderada por la desconocida Isabel Pérez Espinosa, extremo avanzado por Libertad Digital horas antes de hacerse oficial.
Rajoy incumple su palabra
Una decisión con importantes lecturas internas. La más destacada a ojos de los dirigentes consultados es que Rajoy se ve tan “hinchado” de cara a las elecciones que cree que puede ganar en la región del norte “incluso sin Cascos”. Tanto que “no le ha importado incumplir” su palabra.
En este sentido, un miembro del aparato del PP a favor de la fallida candidatura recuerda que hace dos años ocurrieron unas circunstancias parecidas, pero con Jaime Mayor Oreja como protagonista. Sin embargo, entonces Rajoy no se atrevió a retirarle temeroso de una derrota en Europa. Ahora, las cosas “son distintas” y los estrategas de Génova creen que pueden conquistar la mayoría de feudos socialistas, incluido el asturiano.
Íntimamente relacionada con esta primera lectura, en la sede nacional del PP destacan que con esta decisión Rajoy “se quita del medio” a una voz disonante en los órganos internos, lo que demuestra -en opinión de un crítico- la “debilidad” del líder. “Se dice que no a Casco no porque sea peor, ya que sin duda alguna es el mejor, sino porque puede ser incómodo”.
Cospedal, gran triunfadora
Y si los derrotados son Cascos y las bases del PP asturiano, la gran triunfadora es María Dolores de Cospedal. En privado, la secretaria general del partido nunca ocultó su animadversión por Cascos, canalizándola en las formas que tuvo el ex ministro para presentar su candidatura.
"En toda esta historia ha ganado Cospedal frente a la Vicesecretaria de Organización en primer término y todo el aparato del partido en segundo", asegura un miembro del bando teóricamente perdedor. Oficialmente, desde la Secretaría General siempre se ha insistido en el hecho de que la decisión ha sido "exclusiva" del presidente del partido.
Por su parte, barones regionales tan relevantes como Alberto Núñez Feijóo, Esperanza Aguirre o Pedro Sanz, y que en su día apostaron públicamente por Cascos, también pierden fuerza en esta batalla de puertas para adentro.
Cascos: Falta de democracia interna
El protagonista, Cascos, ya ha valorado la decisión de Rajoy en conversación informal con este diario. Asegura que ya lo "preveía" desde hace semanas y recuerda las premisas que puso para que él fuera candidato. Unos requisitos que incluían la celebración de un congreso extraordinario a fin de que las bases de la formación dieran su opinión.
Conocida la elección del líder nacional, el entorno del ex ministro habla de “cerrojazo a la libertad interna” y destaca que “la inmensa mayoría de los alcaldes y los militantes y simpatizantes están con Cascos”. “Se ha tomado una decisión sin contar con quienes conforman el PP en Asturias y eso nunca puede ser bueno”, recalcan las fuentes consultadas.
Un partido que ve impuesta la candidatura de Pérez Espinosa, concejala en el Ayuntamiento de Oviedo e íntima de Gabino de Lorenzo. “Este conflicto no está cerrado ni mucho menos, y las elecciones constatarán que no se ha tomado la mejor decisión”, sentencia, de forma lapidaria, un presidente autonómico que defendió a un Cascos que no ha recibido en todo el día la llamada de nadie de la dirección nacional del PP.