El PP ha celebrado el primer aniversario del Congreso de Valencia, que aupó a Mariano Rajoy a la presidencia del partido pese a cosechar dos derrotas consecutivas en unas elecciones generales. Ante cerca de seis mil simpatizantes y militantes que abarrotaban la Feria de Muestras de la ciudad del Turia, el líder de la oposición ha plagado su intervención de mensajes en clave interna.
"Hay que superar viejas historias", ha reclamado Rajoy a los suyos, a quienes ha pedido "un esfuerzo para olvidar lo que merece ser olvidado". En opinión del presidente del PP, las heridas ya están cicatrizadas, aunque se compromete "a buscar el tiempo necesario para fortalecer la cohesión" del partido y "cultivar los lazos de lealtad que sustentan nuestra fortaleza".
"Presidente, presidente", le han gritado entonces desde las gradas, donde no estaban importantes pesos pesados de la formación. Escudándose en problemas de agenda, no han arropado al líder del PP Alberto Núñez Feijóo, Alberto Ruiz Gallardón, Esperanza Aguirre o Ramón Luis Valcárcel.
Sí estuvieron, entre otros, el presidente del PPCV, Francisco Camps; el presidente del PP andaluz, Javier Arenas; la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáez de Santamaría; el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons; la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá; el presidente de Nuevas Generaciones del PP, Ignacio Uriarte; y el presidente provincial del PP, Alfonso Rus.
Aznar, que tampoco acudió a la cita, fue citado por su sucesor: "asumimos todo nuestro pasado, con sus aciertos y sus errores; los aciertos, especialmente en la etapa del Gobierno de José María Aznar, que son nuestro aval para el mañana".
Partiendo de esa garantía, Rajoy hace un balance positivo de este primer aniversario del cónclave valenciano, y ha vuelto a destacar las victorias electorales en Galicia y en los comicios europeos, cuyo candidato -Jaime Mayor Oreja- no ha tomado la palabra en todo el acto.
"Hemos ganado las lecciones sin renunciar a nuestros principios… hace un año dijimos que el PP no debía modificar una coma de sus principios, porque un partido son sus principios. Hemos demostrado que íbamos en serio y decíamos la verdad", ha dicho, obviando el portazo de la ex presidenta del PP vasco, María San Gil; que mostró sus discrepancias públicamente con Rajoy por el giro ideológico del partido.
Eso sí, para el jefe de la oposición, a pesar de lo esperanzador de su proyecto, el futuro "tiene reservados nuevos retos y Dios sabe qué", pero si el partido se muestra unido y fuerte, nadie podrá doblegar "el espíritu de superación" de su partido. "No lo van a conseguir", ha sentenciado.
Rajoy, que ha insistido en varias ocasiones en el ejemplo de "responsabilidad" que representa el PP, no ha querido entrar a valorar que el Supremo haya visto indicios de delito fiscal y cohecho contra el tesorero del partido, Luis Bárcenas, que finalmente no acudió al acto.
El líder de los populares lleva desde el miércoles pasado guardando silencio mientras el clamor interno contra el también senador aumenta cada día.
"Los errores de Zapatero"
A quién sí ha sacado los colores ha sido al Gobierno socialista. En su opinión, son "los errores" de Zapatero y de su equipo los que han provocado que en España reine un clima a favor de la alternativa, en referencia al PP.
"Es ya una necesidad imperiosa, una necesidad acuciante por recuperar la sensatez, el rigor y el sentido común, por recuperar valores arraigados en la sociedad española", exclamó Rajoy, ante un auditorio entregado.
En materia económica, según recoge EFE, ha prometido "dar la batalla" para que el Gobierno no apruebe una nueva subida de impuestos, ya que tal medida constituye "lo contrario de lo que hay que hacer" en la actual coyuntura económica. En caso de hacerlo, advirtió, sería "otro castigo a quienes ya han sido castigados", especialmente los pequeños y medianos empresarios, los autónomos o las clases medias.
Por último, Rajoy también advirtió que la banda terrorista ETA "aún" puede "golpear y hacer daño, como ha ocurrido recientemente al asesinar" al inspector Eduardo Puelles García, pero aseguró que "está cada vez más débil" y sabe que "nunca más se va a negociar con ella y que no tiene más horizonte que su disolución o su derrota".