Oficialmente, era una visita protocolaria al Parlamento catalán tras las elecciones que dieron las llaves del poder a Artus Mas. Oficiosamente, el objetivo final del líder del PP es seguir tendiendo puentes con CiU de cara tanto a los Presupuesto Generales del Estado como a los comicios a nivel nacional. Y, a juicio de sus declaraciones, se puede presuponer que PP y nacionalistas catalanes viven una nueva época dorada.
Aunque en Cataluña Alicia Sánchez Camacho no ha alcanzado ningún pacto global con el nuevo Ejecutivo, sí que le dan su apoyo dependiendo de qué normativas o anuncios. El último "sí" fue en relación al plan de financiación, exigiendo a José Luis Rodríguez Zapatero que dé a Cataluña lo que debe: "No estamos dispuestos a pagar sus errores", afirmó la líder del PPC.
Un espaldarazo a Mas del que se hace participe Mariano Rajoy, que en rueda de prensa en las Cortes autonómicas avaló, contundente, la petición al Ejecutivo central para que pague este año los 1.450 millones de euros previstos en el Fondo de Competitividad que corresponden a la Generalidad. "Zapatero tiene que cumplir la ley, como cualquiera", sentenció.
Para el jefe de la oposición, aunque no guste una ley hay que cumplirla ya que "un país sin reglas de juego tiene problemas evidentes". En términos parecidos se pronuncian, día sí día también, desde el Gobierno de Mas. "Queremos que se cumpla la ley y lleguen los recursos del Fondo de Competitividad (...) lo más pronto posible", añadió Sánchez Camacho, que ha acompañado a su jefe en su paseo por el Parlamento.
Pero, como si este gesto le supiera a poco, Rajoy hizo un guiño aún más clarificador hacia CiU y se mostró "dispuesto a escuchar a todo el mundo y a hablar con todo el mundo", en relación a la reclamación de un nuevo pacto fiscal para Cataluña que CiU pone como condición para apoyar cualquier nuevo Gobierno tras las elecciones generales, informa EP.
Para rematar, la visita a las Cortes incluía una reunión con su presidenta, la nacionalista Nuria de Gispert. Desde hace meses, el PP mantiene contactos fluidos con CiU en todos los escenarios posibles, principalmente en el Congreso de los Diputados.
Las reuniones bilaterales no se limitan a CiU, sino que se extienden también al PNV. El pasado 17 de marzo, el propio Rajoy se reunió en secreto con el líder de esta formación, Iñigo Urkullu, para abordar la actualidad política y buscar alianzas de futuro. Ambos salieron muy contentos del despacho, según las fuentes consultadas. Al final del túnel, que los nacionalistas puedan facilitar la llegada del PP al poder en caso de no lograr una mayoría absoluta.