Puesta en escena de Mariano Rajoy en la Cadena Ser. El líder de la oposición tuvo tiempo para preparar su intervención en la emisora de Prisa; estuvo todo el fin de semana sin agenda pública, y eso a pesar de que el sábado a primera hora José Luis Rodríguez Zapatero anunció que no repetiría.
Rajoy esperó hasta las nueve de la mañana de hoy lunes para dar su primera opinión. Lo hizo en la casa de Prisa, y así se encargó la emisora de promocionarlo a bombo y platillo. El jefe de los populares llegó puntual a los estudios centrales, donde le esperaban sus periodistas insignia: Carles Francino, Gemma Nierga, Àngels Barceló y Montserrat Domínguez.
El formato fue exactamente el mismo al ofrecido en su día a Rodríguez Zapatero, con una salvedad: al presidente se le atendió en La Moncloa mientras que a Rajoy se le hizo acudir al edificio que tienen en la emblemática calle Gran Vía de Madrid.
Por lo demás, fue tratado como futuro inquilino de La Moncloa, tanto que se despidieron de él con el calificativo de "presidente". El inicio de la entrevista fue, eso sí, algo atropellado; a Rajoy le costó hacer su argumentario antes de que un periodista le estuviera cortando para hacerle otra pregunta.
Ante una agresiva "los españoles no confían en usted", el líder del PP no perdió la calma. Incluso cuando los periodistas le reprocharon lo que ellos consideran una "ofensiva" contra a Alfredo Pérez Rubalcaba, el candidato de Prisa en la lucha de poder socialista. Se referían a las preguntas que cada semana le hace Gil Lázaro sobre el chivatazo. Es como ve Prisa la acción de control al Gobierno.
Rajoy negó tal "ofensiva", pero dejó claro que el PP tiene una "labor de oposición" y el titular de Interior tiene que dar respuesta al escándalo del chivatazo a ETA. Los periodistas le recriminaron entonces "la negociación" que, según dijeron, mantuvo José María Aznar con la banda de pistoleros, extremo que el actual presidente popular rechazó taxativamente.
Pasado ese momento más incisivo, la entrevista se calmó, e incluso no fue a más cuando Rajoy fue abordado por la situación político-judicial de Francisco Camps.
Apagados los micrófonos, los periodistas valoraron el encuentro con Rajoy. Francino dijo estar "muy contento" de que el líder del PP haya pasado por la Cadena Ser. "Rajoy se ha mostrado tal como es. Él presume de ser una persona fiable, un ciudadano de lo más corriente, creo que eso se nota en el trato afable que tiene, se nota también en la altura o no altura de algunas respuestas. Habla con una sensación de que puede ser el próximo presidente del Gobierno . Es una persona que en su estilo particular va andando, va andando, va haciendo camino y es posible que dentro de un año sea el presidente del Gobierno".
Gemma Nierga también opina que "aunque Rajoy ha dicho que no se ve ya presidente del gobierno yo creo que ha venido aquí en una actitud de hombre de Estado, muy de presidente". Incluso le ha visto "más sólido que en otras entrevistas, muy prudente".
Más crítica se mostró Angels Barceló que le vio "como siempre, con poca contundencia". Y Montserrat Domínguez le vio "en buena forma".