Las fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por el Partido Popular advierten de un segundo comunicado de ETA a corto-medio plazo. En él, la banda de pistoleros dará "algo más" a fin de que el Gobierno, firme al menos públicamente, consolide la negociación política y permita un acercamiento de presos etarras a cárceles del País Vasco, por un lado, y la inclusión de una marca de Batasuna en las elecciones locales y forales de 2011, por otro.
En las direcciones del PP a nivel nacional y vasco creen que ese comunicado de ETA marcará un antes y un después ya que será entonces cuando "podremos medir la voluntad real" del Ejecutivo.
Sin embargo, hasta que los terroristas muevan ficha, y esto podría demorarse -según las fuentes policiales- hasta dos o tres meses, lo que pide Antonio Basagoiti es firmeza en el discurso y marcar en corto al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Ése es el mensaje que le ha transmitido a Mariano Rajoy, que teóricamente comparte su diagnóstico. A partir de ahora, el PP quiere pruebas, pues la confianza en José Luis Rodríguez Zapatero es "nula". Su intervención fue satisfactoria, sí, pero ya mintió en el pasado. La clave está "en los hechos y no en las palabras".
El problema, arguyen dirigentes puestos en la materia tanto en Génova como en el Congreso, es que el líder de los populares no quiere levantar también polvareda en este asunto. "Hasta que no tenga pruebas, pruebas fehacientes y contundentes, seguirá de la mano de Zapatero", y esto supone mantener en vigencia el Pacto Antiterrorista.
"Claro que Rajoy cree en la palabra de Mayor Oreja, claro que confía en él, por eso le escucha y le atiende, pero necesita pruebas y no sólo una opinión", recalcan las fuentes consultadas.
Saben de contactos PSE-ETA
Dicho lo cual, y aunque no lo digan públicamente, el PP es consciente "al cien por cien" de que, si bien no creen que haya existido una negociación como tal, sí que ha habido contactos previos a la tregua-trampa entre dirigentes del PSE y miembros del entorno etarra. "Nos lo dicen los expertos, y lo sabemos, pero lo que desconocemos es hasta que punto está implicado el Gobierno", afirman.
Así pues, lo que toca ahora, y así lo reclama el PP vasco al central, es "elevar el tono" para que el Gobierno no se pueda mover de lo que dice públicamente. Para que no haya coqueteos con ETA que se traduzcan en una negociación política.
Y es control tiene que centrarse en dos focos principalmente: los movimientos de reos etarras y las elecciones de 2011. Ambos temas definirán la política antiterrorista del Gobierno, pues son, según las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, las dos principales exigencias de ETA.