Javier Guisasola Arnáiz es un importante abogado español. Su nombre ha saltado a la actualidad después de que haya sido contratado, no desvela por quién, para investigar la supuesta brutalidad de agentes españoles a ciudadanos marroquíes en la frontera. Este fue el hecho por el que supuestamente se inició la crisis que viven los dos países.
Según cuenta Crónica de El Mundo, a preguntas de si había sido recomendado por los servicios secretos marroquíes, Guisasola indicó que "sólo sé que me localizaron a las 11 de la noche y nunca había hablado con mi interlocutor". Además, cuenta que sus honorarios son muy elevados, pero no deja entrever quien sufraga estos gastos. "No estoy autorizado a decirlo. Es el acuerdo al que he llegado", espeta.
Sin embargo, ciertas actuaciones evidencian quien puede estar detrás de esta contratación tan costosa. Una vez que llegó a Casablanca, en su propio jet privado, fue escoltado por varios vehículos. Una vez allí, cogió otro avión, curiosamente un famoso Falcon. Esta aeronave es la que suelen utilizar presidentes del Gobierno y en Marruecos tan sólo los poseen la familia Real y los militares. Igualmente aquí, el abogado evita contestar. "No puedo confirmarlo", dice.
Y tras recorrer Marruecos, escuchar a los jóvenes supuestamente agredidos decidió aceptar el caso y como explica le pagaron por adelantado puesto que de otra manera no aceptaría el trabajo.
"Éste es un caso de brutalidad policial que otros han manipulado para crear un conflicto diplomático", dice. Además, en un tono irónico afirma que la crisis "se debería resolver sin problemas si a cargo estuvieran personas capaces. Si el Gobierno no sabe cómo hacerlo que nos contrate, que se lo hacemos. Ojo, pagando mis honorarios previamente, y le solucionamos la papeleta en dos minutos".
Y es que este letrado es bastante peculiar. Posee varios cuadros de Goya en su bufete, colecciona armas y tiene también una compañía de jets privados, famosa por tener azafatas bellas.