El tercer terrorista que ha alcanzado la prisión atenuada es Luis Astarloa, detenido en Francia en 1987, extraditado a España y condenando a 100 años de cárcel por su participación en dos asesinatos, así como en varios atentados con explosivos.
Según publica El País este martes, dijo desvincularse de la banda en enero de 2010, a través de una carta firmada junto a otros terroristas (Carmen Gisasola, Joseba Urrusolo, Kepa Picabea y Rafael Caride). En ella, manifestaron su deseo de afrontar el "reconocimiento" y la "reparación de las víctimas" de sus delitos. Además, animaba al reto de etarras a luchar por "un cambio de ciclo".
Ahora, Luis Astarloa ha alcanzado la prisión atenuada, por la que podrá salir de prisión todos los días, para trabajar o estudiar, para volver exclusivamente para dormir y durante los fines de semana. Esta condición ya la disfrutan los etarras Iñaki Rekarte y Andoni Muñoz De Vivar.
Estas medidas han sido concedidas por Instituciones Penitenciarias, informadas por el fiscal y refrendado por el juez central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, Jose Luis Castro.
Las prisión atenuada fue otro de los beneficios que también se dispensaron al etarra Iñaqui De Juana Chaos, concedido en virtud del artículo 100.2 del reglamento penitenciario, cuando chantajeó al Gobierno con su huelga de hambre. Más tarde, con la mejora de su salud y el abandono de la huelga, volvió a ser un preso de segundo grado.