El PP insta a Alfredo Pérez Rubalcaba a que deje de ejercer de ministro de todo y se centre en la cartera de Interior, de la que es titular. Y es que, a ojos del principal partido de la oposición, el también vicepresidente tiene que aclarar hasta cuatro "asuntos oscuros", por lo que piden su comparencia en el Congreso de los Diputados.
En primer lugar, el vicesecretario de Comunicación de la formación, Esteban González Pons, ha exigido que se esclarezca por qué se detuvo la investigación del caso Malaya cuando se llegó a la empresa de un familiar del Fiscal General del Estado, Cándido Conde Pumpido. Quiere saber, en este sentido, si los fiscales recibieron "alguna orden" para mirar para otro lado y si existen "otros casos de empresas de familiares de altos dirigentes del PSOE que tampoco han sido investigados".
Para rematar este primer punto, el PP también reclama la comparecencia de Conde Pumpido, ya que "en España todos somos iguales ante la Ley" independientemente del "apellido que llevemos". "Ni siquiera los familiares del Fiscal pueden estar por encima", zanjó Pons, en la rueda de prensa posterior al Comité de Dirección de los lunes.
Segunda acusación a Rubalcaba: "Es posible que se diera la instrucción al Centro Nacional de Inteligencia para que se interviniesen los teléfonos de los controladores", extremo que le obliga a dar explicaciones. En este sentido, Pons se preguntó "qué derechos fundamentales les han sido recortados a los españoles" y criticó que Inteligencia se implique en un asunto que debería ser investigado por la Fiscalía.
El caso Faisán y el 11-M
El caso del chivatazo a ETA es el tercer palo por el que el PP reclama a Rubalcaba que dé la cara en el Congreso. Y es que, apuntó Pons, "ahora sabemos que, además de que tiene dimensión política, hubo movimientos judiciales previos al chivatazo con el objetivo de impedir la detención de un interlocutor del PSOE" en la negociación con los terroristas.
"Quedan muchas explicaciones que dar", recalcó el portavoz de Génova, que puso a renglón seguido la atención mediática en las últimas novedades sobre la masacre del 11-M, según las cuales Interior está reteniendo información a las víctimas. "Debe dar todas las explicaciones para que toda la verdad sea desvelada y conocida", afirmó Pons sobre el cuarto de los escándalos.
Un extenso rosario de acusaciones que concluyó reinventando una frase realizada por el propio Rubalcaba en las horas previas a las elecciones de 2004, marcadas precisamente por el atentado de Atocha. "Los españoles merecemos que Rubalcaba nos diga la verdad, o por lo menos que no nos mienta tanto", apuntó.
No pide la dimisión de Rubalcaba
Sin embargo, y pese a lo demoledor del diagnóstico, el PP descarta ir más allá, ya sea tomando medidas judiciales o solemnizando una petición de dimisión. Sobre la primera de las posibilidades, Pons la rechazó tanto para el caso Malaya como para el del CNI escudándose en la "prudencia" a la espera de las explicaciones de Rubalcaba.
Tampoco quiso pedir la dimisión del vicepresidente, y eso que le acusó públicamente de mentir a los ciudadanos. "Estoy pidiendo explicaciones que, en democracia, es casi tan grave como pedir dimisiones", concluyó, no sin dejar de reconocer que el nuevo hombre fuerte del Ejecutivo no es muy dado a responder a las preguntas de la oposición pese a ser formuladas en la sede de la soberanía nacional.