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PNV y ERC arropan a los directivos de Egunkaria en el inicio del juicio

El día que comenzaba el juicio contra cinco directivos del periódico Egunkaria, por integración en banda terrorista, PNV y ERC exigieron la absolución de los acusados. Dentro de la sala, los acusados negaron que ETA interviniera en el periódico. DyJ y AVT mantendrán la acusación.

Nacionalistas vascos y catalanes acompañaron este martes hasta los juzgados a los directivos del diario clausurado Egunkaria y se concentraron ante las puertas de la Audiencia Nacional para pedir que se absuelva a los imputados.

Entre esos políticos estuvieron el portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Josu Erkoreka, quien dijo que el cierre de Egunkaria fue "un flaco favor a la cultura vasca" y afirmó que "no cabe más que la absolución" de los acusados; y el portavoz en la Cámara Baja de ERC, Joan Ridao, que calificó la clausura del diario de "auténtico atentado" contra la libertad de expresión fruto de una "estrategia" del Estado.

Junto a ellos estuvieron los diputados del PNV como Juan Ramón Beloki, Pedro Azpiazu y Joseba Agirretxea; el diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano, y el parlamentario de ERC Joan Tardá, entre otros.

Las asociaciones Dignidad y Justicia y la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) se han personacdo como acusaciones populares en el juicio, donde se sientan en el banquillo Marcelo Otamendi –último director del diario–, Ignacio María Uria Manterola, Juan María Torrealdai, José María Auzmendi y Javier Oleaga.

Los cinco acusados, que se enfrentan a una petición de 14 años de prisión y 15 de inhabilitación en calidad de dirigentes, mientras que para Oleaga reclaman 12 años de cárcel y 14 de inhabilitación, entraron a la Audiencia Nacional arropados por alrededor de una treintena de personas, que acudieron también a las puertas para expresar su apoyo a la plantilla del diario vasco con pancartas en las que se podía leer en euskera "Libertad de expresión en Euskadi".

Entre ellos, el ex director de Egin, Mariano Ferrer, quien lamentó un doble caso de "presunta doble prostitución", una por parte de la acusación, que situó al diario "al servicio de una organización terrorista", y otra del procedimiento penal que, según ha sospechado, está "al servicio de un plan de intervención política" en el País Vasco.

Los acusados negaron "rotundamente" la intervención de ETA en Egunkaria

En la primera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Nacional, y en el que la Fiscalía no acusa porque considera que no hay indicios de la relación del diario con la banda, los procesados –que se enfrentan a penas de entre 12 y 14 años de prisión por un delito de integración en organización terrorista– calificaron de "infundio" los intentos de vincularles con ETA.

La palabra fue empleada por Ignacio María Uria, consejero delegado del periódico en el momento de su clausura, que dijo no saber nada de los "dichosos papeles" intervenidos a ETA entre 1990 y 1993 y en los que, según las acusaciones, aparecen pruebas de la vinculación económica-financiera de Egunkaria con la banda.

"Intentaban ligarnos con ETA, cosa que no era, para hacernos daño", apuntó Uria, que señaló que Egunkaria nunca tuvo una línea editorial "fuerte" porque era un diario muy pequeño y que prefirieron "ser grises antes que ser brillantes y andar enfadándonos con todo el espectro político".

El acusado explicó que Egunkaria tenía relación "con todos los partidos políticos e instituciones", incluidas las franquicias batasunas, pero que ésta era de carácter "meramente profesional", y añadió que si publicaron varios comunicados de ETA fue "por el interés informativo que tenían".

También el que fuera último director del periódico clausurado, Martxelo Otamendi, dijo que Egunkaria "nunca, absolutamente nunca" dio cobertura a ETA "ni con la cultura, ni con el euskera ni con nada" y que jamás hubiera aceptado dirigir un periódico controlado por la organización terrorista.

Este procesado añadió que trabajó con "absoluta libertad" y que el periódico que dirigió durante diez años era "independiente de los partidos políticos y grupos organizados".

Otamendi, actual director de Berria, el único diario que se publica íntegramente en euskera, justificó que Egunkaria entrevistara a miembros de la banda en cuatro ocasiones porque "no se entiende que un periodista que trabaja con el conflicto vasco no tenga interés en entrevistar a ETA".

Otro de los procesados, Javier Oleaga, que se incorporó a Egunkaria procedente del diario Egin, del que fue director, negó que en 1993 le propusieran dirigir el diario "para garantizar los postulados de ETA en el periódico".

En el mismo sentido se pronunciaron los dos últimos acusados, José María Auzmendi y Juan María Torrealday. Auzmendi dijo que les hubiera parecido una "aberración" que un grupo terrorista se apoderara del periódico, mientras que Torrealday destacó la obsesión de Egunkaria por garantizar la pluralidad, dijo que el diario "no tenía secretos" y dijo que sus directivos y trabajadores sólo eran militantes "por y para el euskera".

En su declaración, todos los acusados dijeron haber recibido un trato vejatorio por parte de la Guardia Civil durante su detención.

Dignidad y Justicia y AVT mantendrán la acusación

Mientras tanto, Dignidad y Justicia y la AVT aseguraron en un comunicado que mantendrán la acusación contra los directivos de Egunkaria e insistieron en que diversos documentos intervenidos a ETA acreditan que la banda "creó en 1991 Egunkaria con fines terroristas e instrumentalizó este medio de comunicación para lograr sus objetivos".

Además, calificaron de "vergonzoso" el apoyo que representantes de partidos nacionalistas como el PNV, EA y ERC mostraron este martes a los acusados, acompañándoles a su entrada al tribunal.

 

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