Patxi López ha concedido una entrevista a El Mundo ocho meses después de que alcanzara el Gobierno vasco. En un repaso de este período todo son estrellas y palmaditas en la espalda por sus logros al frente de la lehendakaritza. Todos, no. Cuando llega la hora de responder ante algunas de las muchas incógnitas que plantea el Chivatazo a ETA, López ya no es optimismo y amabilidad.
El lehendakari musita "no lo sé" cuando le preguntan si hubo instrucción política en las actuaciones policiales que han puesto en la picota a varios altos mandos. "También tengo que decir que en el País Vasco no hay una atención puesta sobre este asunto, hemos superado esta etapa, que para nosotros es pasado" asegura.
López no aclara qué si es la sociedad o el gobierno vasco quien "supera" este trance. Tampoco resulta comprensible qué es exactamente lo que se ha superado: ¿Los chivatazos?
"¿Le incomoda este tema? ¿Le molesta que le pregunte por él?" le pregunta la periodista Esther Esteban a López, quien contesta reveladoramente: "Sí, me resulta incómodo". Acto seguido vuelve a insistir: "Me resulta incómodo porque en Euskadi está superado. Queremos empezar a instalar debates que de verdad interesen a los ciudadanos, en el sentido de empezar a construir una Euskadi diferente".
Es difícil comprender los argumentos de López sobre el grave asunto del chivatazo a la banda terrorista. Que le resulte incómodo siquiera rozar el asunto, resulta comprensible, teniendo en cuenta que el escándalo salpica a altos mandos gubernamentales, y según se desvela este lunes, hasta el número dos del Ministerio del Interior.
Sobre los rumores que aseguran que Zapatero es el "Señor X" del caso Faisán, Esteban hace ver a López que comprende su incomodidad con el asunto. López, sin embargo asegura que "sería igual de incómodo si fuera de otro partido. Estoy convencido de que la justicia determinará que eso no es cierto, que Zapatero no es la equis del caso Faisán".