El lehendakari, Patxi López, se ha mostrado convencido de que el final del terrorismo "está cerca", y por eso ha pedido a la sociedad vasca "firmeza en este esfuerzo final para terminar con ETA".
López ha intervenido en la fiesta de la rosa que el PSE-EE ha celebrado en el pabellón BEC de Baracaldo, con la ausencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien estaba previsto que acudiera pero se ha trasladado a Barcelona para visitar al Rey Juan Carlos.
La fiesta ha servido para conmemorar el primer aniversario de la llegada de Patxi López a la presidencia vasca, un año en el que "el cambio ha llegado y funciona", ha dicho. El lehendakari se ha mostrado convencido de que el final del terrorismo "está cerca, que pronto vendremos a una fiesta de la rosa a celebrar el fin".
Hoy, ha opinado, "estamos mejor que el año pasado: hemos subido un peldaño más hacia la libertad plena de todos, estamos ganando la batalla a ETA. Hemos puesto a las policías a trabajar conjuntamente, colaboramos con la justicia, hemos expulsado a los violentos de nuestras plazas y calles y hemos expulsado la vergüenza de nuestros muros para construir un país decente, pero sobre todo, ha sido la ciudadanía vasca la que ha desterrado a los violentos".
"Estamos ganando definitivamente la batalla porque habéis sido vosotros, los socialistas, ha sido la sociedad vasca, los que habéis ganado la batalla. Cada concejal que no ha querido abandonar ha sido un muro que ha vencido a ETA", ha subrayado.
Hoy "hemos caminado por un país que ha comenzado a cambiar, son las mismas calles, los mismos pueblos, pero el aire es más tranquilo; muchas cosas han cambiado ya en Euskadi", ha dicho López.
El lehendakari ha recordado que "hace sólo un año cada mañana amanecía con un nuevo enfrentamiento, con un conflicto. Ahora nos dicen que somos un gobierno preocupado por los símbolos y frentista, nos lo dicen los mismos que hicieron la política vasca tan pequeña".
En este sentido, también ha dicho que , "nosotros somos los que hemos proclamado la libertad de identidad, que los sentimientos de pertenencia se deben sumar; nunca más una Euskadi de batallones enfrentados. La Euskadi que nos gusta es la Euskadi plural, diversa, de colores".
Más allá del terrorismo, ha defendido el lehendakari, "el cambio ha llegado y funciona. Muchos vaticinaban unos servicios públicos bloqueados y una economía en caos. Nada de esto ha sucedido, este gobierno ha demostrado capacidad de gestión y una forma diferente de gobernar".
Ahora, el objetivo es "salir de la crisis, lo que no son números económicos, que los tenemos, porque en Euskadi crece la economía y baja el paro, pero no basta; salir de la crisis es lograr que cualquier vasco tenga un puesto de trabajo".
Para ello ha pedido unidad, porque "nos levantaremos o nos caeremos juntos; sólo unidos podemos garantizar mayor libertad y progreso".
El lehendakari terminó con una triple ofrenda "a los vascos de toda condición, hayan nacido en Ataun, La Arboleda o en Extremadura", tres objetos que depositó encima de un pedestal de cristal.
Los tres objetos han sido una rosa, "por la tradición socialista", una rama de roble, "porque es el árbol frondoso que ampara la libertad de todos los vascos, pensemos lo que pensemos y lo sintamos como lo sintamos, y una pequeña escultura que representa dos manos entrelazadas, como "señal de futuro, porque "para hacer el país de los iguales hay que juntar la mano de los distintos".