(Libertad Digital) Por su interés informativo, reproducimos íntegramente el artículo publicado por Regina Otaola en su blog de Libertad Digital.
Los socialistas se retratan en Legazpia
Resulta muy difícil confiar en la pretendida voluntad del Gobierno socialista de derrotar a los terroristas con todos los recursos del Estado de Derecho, cuando a estas alturas de curso aún no ha tomado ninguna medida para desalojar a los proetarras de las instituciones democráticas. Peor aún es la actitud de los socialistas guipuzcoanos, que van a participar el próximo lunes 1 de diciembre en un Pleno de las Juntas Generales (Parlamento foral) en la localidad de Legazpia, cuyo ayuntamiento gobiernan en minoría 3 miembros de la ilegalizada ANV.
Obviamente, el grupo juntero del PP no acudirá a este Pleno, por varias razones:
En primer lugar, el Ayuntamiento está gobernado por un partido ilegal, ANV, que busca destruir la democracia y legitima el terrorismo nacionalista de ETA. Asistir a una recepción oficial ofrecida por un alcalde batasuno es legitimar una situación política anormal, un gobierno municipal eregido sobre el terror.
En segundo lugar, el resto de grupos políticos parecen olvidar que ANV no ha tenido acceso a la institución foral de las Juntas Generales por sus vínculos estrechos con ETA-Batasuna. ¿Qué sentido tiene que ahora las Juntas pretendan celebrar un Pleno en un Ayuntamiento gobernado por los compañeros proetarras de aquellos?
Al atender a la composición del Ayuntamiento de Legazpia, comprobamos además que de los 13 concejales sólo ¡3! son de ANV, frente a 3 del PNV, 3 de EA, 2 del PSE, 1 de EB y una edil no adscrita. Así de sencillo le resulta a ETA hacerse con "la mayoría" en ayuntamientos vascos, pese a que el resto de los partidos podrían marginar y restringir el acceso al poder de los proetarras. De hecho, la "moción ética" de PNV y PSE presentada después del asesinato de Isaías Carrasco prosperó gracias a la suma de los votos de PNV, EA y PSE (8), partidos que sin embargo rechazaron ir más allá con una moción de censura que hubiera acabado con el gobierno de ETA-Batasuna.
En este punto, resulta del todo inútil argumentar a los nacionalistas que la moción de censura es un mecanismo tan democrático como los demás, máxime en ayuntamientos como Legazpia donde PNV, EA y PSE suman 8 concejales de 13 frente a los 3 de ANV y, por tanto, representan una mayoría absoluta que casi triplica los apoyos de los proetarras en el municipio. En vano también contraponer este respeto casi sagrado a la lista más votada cuando es de ANV, con el escaso decoro que nacionalistas y socialistas han mostrado en toda España para arrebatar numerosos ayuntamientos a las listas más votadas del PP.
De los nacionalistas sólo podemos esperar sus habituales justificaciones para lavar la cara de los que legitiman el terrorismo, porque para ellos ANV es un partido ilegalizado injustamente, y tanto PNV como EA como EB como Aralar presentan la aplicación de la Ley de Partidos como "represión de los derechos políticos de los vascos" porque "no se pueden prohibir ideas", dicen.
Pero lo que no entendemos en el PP es la actitud de los socialistas vascos, porque aún sigue vigente la Ley de Partidos y porque se les llena la boca hablando de la deslegitimación de la violencia, pero luego legitiman a los representantes políticos de los terroristas con su presencia en Legazpia. El movimiento se demuestra andando, y lo cierto es que los socialistas dicen luchar contra el terrorismo pero luego aceptan a los representantes de los terroristas como interlocutores políticos. Nosotros lo que estamos pidiendo todos los días es que sean expulsados de las instituciones democráticas porque las corrompen, las controlan y las usan para apoyar la causa de ETA.
También cabe recordar a los socialistas vascos, que se presentan como alternativa al PNV de Ibarretxe, Egibar y Olano, que ellos son los principales responsables junto al PNV de que ANV siga en ayuntamientos como Legazpia después del asesinato de Isaías Carrasco. Entonces no hicieron lo suficiente para expulsarlos vía moción de censura; no insistieron lo suficiente a partidos como PNV, EA y EB, con los que los socialistas comparten gobierno en diversos municipios y a cuyo Gobierno tripartito de la CAV acaban de aprobar los Presupuestos por cuarto año consecutivo. Ahora, los socialistas van a acudir como corderitos al matadero a que les brinde una recepción y les regale los oídos con un discurso un alcalde que no ha sido capaz de condenar los crímenes de ETA, porque de hecho su función política consiste en justificarlos.
Nosotros, desde luego, no nos vamos a prestar a ello. Nuestra decisión no afecta además a los legazpiarras, porque no se trata de un Pleno municipal donde se debata sobre sus intereses, sino de un Pleno extraordinario a petición de una anterior Corporación municipal. Si acaso, tal vez debiera servir para abrirles los ojos a muchos vecinos, que tienen gobernando en su Ayuntamiento a personas que defienden, apoyan y encubren los crímenes terroristas. Exactamente igual que en Mondragón, Pasajes, Oyárzun, Hernani...
Esta anomalía es producto de los chanchullos con ETA y la permisividad del Gobierno socialista con sus listas políticas durante las negociaciones del ‘proceso de paz’, pero creíamos acabada esta fase de claudicación. ¿Para cuándo va el Gobierno a disponer la disolución de estos ayuntamientos gobernados por proetarras? ¿Acaso espera reactivar el diálogo con ETA "si se dieran las condiciones" después de las elecciones vascas?
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