L D (Agencias) El acto comenzó justo después de que tres alumnos de la citada universidad dieran lectura, bajo una intensa lluvia, a un manifiesto en el que se comprometen a velar por que los objetivos que persiguen las víctimas no sean "pisoteados". Posteriormente guardaron unos minutos de silencio en memoria de los fallecidos y sonó el himno nacional. A continuación y ante la abarrotada Aula Magna de la universidad, los asistentes pudieron escuchar, bajo la batuta del periodista Alfredo Urdaci, los testimonios de esas 16 víctimas, entre las que se encontraba Pilar Elías, Mapi de las Heras, Ana Iríbar, Conchita Martín, José Antonio Ortega Lara, Cristina Cuesta y Pilar Díaz Ríos y Francisco José Alcaraz.
Especialmente aplaudida fue la intervención de la joven Pilar Díaz Ríos, hija del policía nacional Máximo Díaz Barderas, asesinado por ETA el 21 de mayo de 1985 en Guipúzcoa. Díaz comenzó leyendo una carta relatando lo que su padre en primera persona hubiera contado de no haber sido asesinado por la organización terrorista, lo que arrancó calurosos aplausos del público, que incluso llegó a ponerse en pie. Concluida su lectura, Díaz reclamó a los jóvenes presentes en la sala que lucharan a su lado para conseguir "lo que España debe a mi padre y a todas las demás víctimas del terrorismo: justicia". "Justicia --subrayó-- para que puedan descansar en paz (...) y para que asesinos como De Juana no puedan ir de compras rodeados de escoltas".
También fueron muy aplaudidas las ponencias de Cristina Cuesta, portavoz del Colectivo de Víctimas del País Vasco (Covite), de José Antonio Ortega lara, el funcionario de prisiones secuestrado por ETA durante 532 días, y Francisco José Alcaraz, presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT). Cuesta agradeció en primer lugar el reconocimiento "verdadero y absolutamente coherente" con las reivindicaciones de las víctimas que hoy les rindieron los universitarios para, a continuación, criticar el homenaje a las víctimas que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, organizó el pasado domingo. Y es que, a su juicio, este tipo de actos no son compatibles con las reuniones que ha mantenido y dice que seguirá manteniendo "con los terroristas".
"Titiritero de sonrisa fácil"
Por su parte, Ortega Lara centró su discurso en censurar que el Ejecutivo trate a los terroristas "con exquisito mimo" y les reconozca "como hombres de paz", por un lado, y que considere a las víctimas "un estorbo" en el marco del "calamitoso proceso de rendición" que ha emprendido con ETA, por otro. En concreto, lanzó sus críticas más duras al jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien definió como "un titiritero de gesto y sonrisa fácil" y con un talante que estimó "engañoso" y contra cuyo discurso alertó a los jóvenes de la sala.
De su parte, Francisco José Alcaraz repasó durante su intervención las fechas que han marcado su vida para mal, entre las que destacó el 1 de marzo del presente año, el día en que el Gobierno "por primera vez en la historia cede al chantaje de un etarra como José Ignacio de Juana Chaos", y el pasado 23 de abril cuando, según recordó, el que fuera Alto Comisionado para las Víctimas del Terrorismo, Gregorio Peces Barba, "dijo que las víctimas comprenderemos y acataremos las decisiones sobre De Juana cuando dejemos a un lado la emotividad".
En esta misma línea se manifestaron otras víctimas de ETA como Pilar Elías (viuda de Ramón Baglietto), Pascual Grasa Sampietro (guardia civil herido en el atentado de ETA contra la Casa Cuartel de Zaragoza), Mapi de las Heras (viuda de Fernando Múgica), Ana Iríbar (viuda de Gregorio Ordóñez), Araceli Prieto (viuda del capitán del Ejército Emilio Domingo Tejedor) y Conchita Martín (viuda del teniente coronel Pedro Antonio Blanco).
Entre sus discursos hubo alabanzas al PP --"las víctimas somos algo desde su llegada al Gobierno y ahora Zapatero y los nacionalistas nos quieren arrinconar", dijo Mapi de las Heras--, una reivindicación de cadena perpetua para los delitos de terrorismo por parte de Pascual Grasa Sampietro, y una defensa del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo de Pilar Elías por ser éste el instrumento que, en su opinión, "acorraló" a la banda. Pero además hubo voces, como las de Araceli Prieto, que lamentaron que al Gobierno "no le importe" que ella y otras víctimas "se mueran de soledad" tras la pérdida de sus seres queridos, o la de Conchita Martín o Ana Iríbar, quienes defendieron el papel de las víctimas en la sociedad y presumieron de seguir teniendo fuerzas para continuar luchando por su memoria, dignidad y justicia.
Víctimas del 11-M
Por su parte, las víctimas del 11-M, entre las que se encontraba Ángeles Domínguez, presidenta de la Asociación de Ayuda a Víctimas del 11-M, Ángeles Pedraza y Gabriel Moris, quienes mostraron su descontento sobre "cómo se está llevando a cabo" la investigación de la masacre de Madrid y exigieron conocer "la verdad" de lo sucedido. "Nadie puede entender que desconozcamos datos tan relevantes como qué explosivos se utilizaron o quién fue el autor intelectual de los atentados", se quejó Domínguez. "Tenemos derecho a saber la verdad y a que se realice una investigación a fondo porque esos sucesos no pueden quedar impunes", acotó.
En esta misma línea se expresó Gabriel Moris, Eloy Morán de la Fuente y Ángeles Pedraza, quien recordó durante su discurso las palabras que le dirigió el ahora presidente del Gobierno en esos días tras enterarse de que era madre de unas de las 192 víctimas. "Me dijo que si ganaba las elecciones, lucharía por esclarecer los atentados y que en ello se le iría la vida", señaló. "Lo ha hecho inmejorable", ironizó.
Por último, la viuda de Ramón Muñoz Fernández, el doctor que había alimentado a los dos miembros del GRAPO que se pusieron en huelga de hambre en los años 80 y que después fue asesinado por uno de sus comandos, reivindicó el papel de las víctimas de la acción de este grupo.
El acto, organizado por el Observatorio Internacional de Víctimas del Terrorismo de la Universidad CEU San Pablo, contó con la presencia de más de 150 víctimas, algunas de ellas responsables de diversas plataformas. Destacó la ausencia de la Federación de Asociaciones Autonómicas de Víctimas del Terrorismo (FAAVT) y la organización que preside Pilar Manjón.