El próximo día diez de enero podría quedar registrado en el calendario como un nuevo lunes negro para el Partido Popular, como aquellos que tanto se repetían en los meses previos al Congreso de Valencia o con el caso Gürtel en todas las portadas. Ahora, tras un largo periodo de paz interna, el escándalo Cascos tiene visos de trastocar la primera gran cita del partido tras las vacaciones navideñas.
Y es que el lunes se celebra en Génova 13 la reunión del Comité Ejecutivo Nacional, del que son miembros, entre otros, los líderes regionales de la formación, la plana mayor o el presidente fundador, Manuel Fraga. Un órgano con los rostros más visibles del PP presidido por Mariano Rajoy, que todavía no ha fijado postura desde que hace ya más de una semana decidiera descartar la candidatura de Francisco Álvarez Cascos por Asturias.
Así las cosas, y alrededor de una misma mesa, estarán presentes todos aquellos que en los últimos meses han dado su opinión, a favor o en contra, del ex ministro, y podrán tomar la palabra en el turno de réplica tras el discurso del presidente nacional.
"Será un día duro, lo capearemos como podamos", afirman, con resignación, en el cuartel general de los populares, conscientes de que el otro foco de atención estará en la puerta principal de la sede, por la que suelen entrar andando dos de los máximos defensores de Cascos de puertas para adentro: los presidentes Esperanza Aguirre y Alberto Núñez Feijóo.
Ninguno de lo dos ha valorado todavía el portazo de Rajoy a Cascos, por lo que la expectación será total en los alrededores de Génova. La lista de aquellos que en algún momento se pronunciaron a favor del ex vicepresidente no es precisamente corta: Fraga, Pedro Sanz, Juan Vicente Herrera, Javier Arenas, Ana Mato...
El discurso de Rajoy
Sin embargo, más allá de lo que los dirigentes del PP puedan decir a los periodistas, lo realmente importante es lo que ocurra minutos después en la reunión a puerta cerrada, que se celebra en la segunda planta de Génova. Se espera que Rajoy no monopolice, ni muchísimo menos, su intervención con la marcha de Cascos. Aún más, su entorno asegura que el líder "se centrará en lo importante", y que esto no es en ninguno de los casos la tormenta que vive el partido.
Eso sí, un asesor del presidente destaca también que sería "contraproducente" que no hiciera un diagnóstico en clave interna, en forma también de espaldarazo a María Dolores de Cospedal -clave en la designación de Isabel Pérez Espinosa-, por lo que deja entrever que Rajoy abordará el tema "a su estilo". Traducido: que puede que hable de Cascos pero sin ni tan siquiera citarle.
Otro de los momentos clave será el citado turno de réplica. Entonces, los populares pro Cascos tendrán la oportunidad de mostrar su disconformidad por la decisión tomada, algo que -entre bambalinas- algunos comentan ya desde hace días. Tienen a su favor la última encuesta de El Mundo, según la cual el ex ministro ganará en Asturias a pesar de concurrir a las elecciones con un nuevo partido.
Un extremo, eso sí, que descartan en Génova, donde recuerdan que últimamente este órgano "no es muy proclive a los debates". Del único del que esperan, a priori, una queja es de Manuel Fraga, un histórico del turno de palabra y que ya ha puesto en más de un aprieto al líder de los populares.
Lo que no habrá el lunes en Génova será una rueda de prensa de Rajoy. Dice su entorno que "cuando hay personas de por medio" lo mejor es hacer las cosas como se han hecho: a través de comunicados. Si no, argumentan, "se puede llegar a hacer daño". Un argumento que a ojos del afectado no sirve, ya que se tuvo que enterar por la prensa de la decisión del Comité Electoral. "Ni Rajoy ni nadie me ha llamado todavía", zanja Cascos.