El diario habla este domingo de la "inquietud" del Gobierno ante la posibilidad de que el TC pudiera declarar la inconstitucionalidad de dos puntos considerados clave del Estatuto catalán: la obligatoriedad de conocer el catalán y el polémico término "nación" del preámbulo.
El País dice, como ya se apuntó antes del paréntesis de agosto en las deliberaciones, que el tribunal sigue sin alcanzar un acuerdo que salve al texto y los intereses del Gobierno porque una mayoría se niega a avalar esos dos puntos del Estatut. Estaría "tremendamente dividido", cuenta el diario.
Añade además que "el enfrentamiento se extiende también a los derechos históricos y a los símbolos nacionalistas", y que "el patrón que se apruebe para Cataluña será el que copiarán las demás autonomías". Dice igualmente El País que "el problema de fondo, según fuentes favorables a su constitucionalidad, es que habrá que volver a diseñar el Estado de las Autonomías, ya que de lo contrario supondría un retroceso de 30 años en el desarrollo del Estado constitucional".
Ante estas informaciones, representantes de ERC e ICV ya han salido al paso con declaraciones que buscan, de nuevo, presionar a los magistrados. Joan Ridao ha advertido que si el TC fallara contra artículos clave referidos a la lengua y la nación el Estatut se "hunde".
Si se confirma la información, "estaríamos ante algunas paredes maestras que se hundirían", sentenció Ridao en declaraciones a Europa Press, que dijo que "lo más relevante es que la alineación de los dos bloques, el progresista y el conservador, denota que no siempre prevalecen criterios estrictamente jurídicos". Ridao lamentó que, al parecer, "los magistrados actúan siguiendo más criterios políticos que no jurídicos".
También habló de relativizar "todo tipo de especulaciones que hace meses que duran", dijo Ridao, que añadió que "lo importante es la sentencia, aunque hace falta tomar nota de la falta de discreción en el entorno de la tarea del TC". "Quizá si hubiera actuado con más celeridad habría podido evitarse", ironizó. Su compañero de partido Carod Rovira llamó a manifestarse de forma "preventiva" ante una eventual sentencia en contra del TC.
Mientras, el vicepresidente de ICV, Lluís Moreno, aseveró en un comunicado que su formación sólo espera y aceptará una sentencia favorable del Tribunal Constitucional sobre el Estatut, y advirtió de una "respuesta unitaria" desde Cataluña en el caso de que sea contraria.
Moreno remarcó que "cualquier sentencia que vaya en contra del recorte de los símbolos, la lengua y de la financiación de Cataluña tendrá la respuesta unitaria del tejido político y social catalán".
Además, pidió "prudencia" hasta que no se conozca la sentencia del TC, aunque indicó que el Estatut es un texto "absolutamente constitucional" porque "fue aprobado por ley en el Congreso". "La respuesta adecuada se decidirá en su momento, pero en el caso de una sentencia desfavorable debería de ser desde una posición política firme y una respuesta unitaria", insistió.