Fracaso rotundo de la primera reunión de la comisión negociadora contra la crisis económica, que se ha celebrado en el Palacio de Zurbano, perteneciente al Ministerio de Fomento. Tras tres horas de reunión, las delegaciones del Gobierno y del PP parecían no haberse sentado alrededor de la misma mesa; no se han puesto de acuerdo ni en cómo ha transcurrido el encuentro.
La primera en tomar la palabra era la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, quien hablaba de “entendimiento” con las diferentes fuerzas políticas y se mostraba convencida de que se pueden alcanzar acuerdos porque, según dijo, “es responsabilidad de todos mirar hacia delante”.
En una abarrotada rueda de prensa, y en compañía de los ministros José Blanco y Miguel Sebastián, Salgado también marcaba la hoja de ruta para los próximos días. Según anunció, el lunes el Gobierno enviará a los partidos un documento "extenso con propuestas concretas" y ya el miércoles empezarán una serie de reuniones bilaterales con todas las fuerzas políticas -comenzando, ahora sí, por el PP- y en las que Zapatero estará representado al “máximo nivel”.
También la próxima semana, el Ejecutivo espera recibir los informes económicos del resto de fuerzas, y en este sentido la vicepresidenta ha asegurado que considerarán y estudiarán todas las propuestas con el “mayor ánimo de consenso”. “No hay líneas rojas”, ha asegurado en varias ocasiones. El único requisito, según sentenció, es que el Gobierno pueda presentar a la ciudadanía un papel firmado por todos en un plazo improrrogable de dos meses.
A Montoro no le ha servido de nada la reunión
Salgado también aprovechaba esta conferencia para hacer el anuncio económico de la jornada: una reducción de empresas públicas vinculadas a los ministerios de la que no dio ningún tipo de detalle. Sobre este punto le preguntaban acto y seguido al responsable de Economía del PP, Cristóbal Montoro, que no podía disimular su perplejidad: “me estoy enterando por ustedes”.
Y es que el dirigente popular, en compañía de su número dos, Álvaro Nadal, parecía haber estado, como mínimo, en una conferencia paralela. “¡Ya vale, ya vale! Es frustrante… no vemos voluntad política”, exclamó en declaraciones a los periodistas, para después decir que la reunión ha sido "un concurso de ideas" que delata a un Ejecutivo "desconcertado".
En este sentido, Montoro insistió en que el Gobierno debe rectificar su política económica, lo que consideró una condición fundamental para facilitar un acuerdo y superar la crisis, y, más en concreto, exigió que el IVA no suba este año, pues tal medida se traduciría en la destrucción de más puestos de trabajo. Ve “simplón” el documento entregado por el Ejecutivo el miércoles a última hora y advierte que la situación económica no permite “más fotos ni más reuniones”.
Alonso contradice a Salgado
Y para terminar de hacer surrealista esta primera toma de contacto, el portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso , entraba en escena para contradecir a la mismísima Salgado y decir que los populares lo ponen "muy difícil, si no imposible".Y es que, a su juicio, el PP acudió a la reunión sin una sola propuesta "en positivo", y por ello, censuró su "cerrazón desde el principio".