El primer secretario del PSC y candidato a la Generalidad, José Montilla, lamentó que el presidente del PP, Mariano Rajoy, no le coja el teléfono, y afirmó que aún espera respuesta a su llamada para pedirle la renovación de los miembros del Tribunal Constitucional (TC), que el viernes fracasó en su intento de dictar una sentencia sobre el Estatut.
Lo dijo ante el Consejo Nacional del PSC, que le proclamó oficialmente candidato a la Generalidad por unanimidad, después de que Montilla afirmara que llamaría al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y a Rajoy para exigirles dicha renovación.
"Seguramente ayer se quedó sin batería o estaba desconectado, porque le llamé para pedirle la renovación de los miembros del TC -explicó-. Con Zapatero sí que puede hablar, pero con Rajoy aún sigo esperando su respuesta", dijo, tras recordar que Rajoy estuvo ayer en Girona y que evitó también, entonces, hablar de la eventual sentencia.
"Así trata el PP a Cataluña, ni escucha ni responde", señaló Montilla, quien ironizó sobre el hecho de que Rajoy tenga "graves problemas de comunicación". Acusó a los populares de ser los principales responsables de la situación, tras recordar que son los que presentaron el recurso, los que impulsaron una recogida de firmas contra el Estatuto cuando aún no se había aprobado en el Congreso, los que votaron en contra de su contenido y los que han desatado la "catalanofobia".
No solo el PP fue el blanco de las críticas de Montilla, también dirigió su mirada hacia el presidente de CiU, Artur Mas, tras recordar que la federación prefirió gobernar en 1999 con el apoyo de los populares "a cambio de no tocar el Estatut".
"No aceptamos lecciones de los que fueron a Madrid a negociar la presidencia de la Generalidad. Los mismos que se llenan la boca con el derecho a decidir de los catalanes van después a La Moncloa", exclamó Montilla, que fue escogido candidato con el apoyo de los 342 consejeros nacionales del PSC que asistieron al acto, de los 423 del partido.
Reclamó así más firmeza y menos discursos patrióticos porque "algunos practican la soberanía de sofá". "Yo prefiero la democracia de la calle, de sus votos. No quiero ser nada que los catalanes no quieran que sea", subrayó.
Defendió que su prioridad siempre ha sido el despliegue del Estatuto y que así lo ha demostrado con determinación. Y es que, añadió, es gracias al Gobierno de Pasqual Maragall que hay un nuevo Estatuto, y tras reivindicar que durante su mandato se han sellado una nueva financiación y 17 traspasos.