El ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco, ha dicho que en esta ocasión comparte la opinión del presidente del PP, Mariano Rajoy, de que en medio del partido no se pueden cambiar las reglas de juego, en relación a la renovación del Tribunal Constitucional.
En declaraciones a RNE y a la cadena Ser, Blanco se ha mostrado de acuerdo con las declaraciones hechas por Rajoy, quien negó la posibilidad de facilitar la modificación de la actual composición del Constitucional, como había pedido el presidente de la Generalitat, José Montilla, porque dijo que "cambiar ahora, a mitad del partido" las reglas supondría "poner un torpedo en la línea de flotación del Tribunal Constitucional".
Tras comentar que hubiera sido "bueno" que el PP "facilitara las cosas y recordar que en su día fue el PP quien recurrió el Estatuto de Cataluña, Blanco se ha mostrado de acuerdo con Rajoy en no "cambiar las reglas de juego".
El vicesecretario socialista ha señalado que "es un tema viejo" y "no fue posible generar un consenso", por lo que lo que hay que hacer ahora es "dejar trabajar al Constitucional" para que sea capaz de adoptar "una posición en torno a una sentencia que tiene que emitir". Por último, tras insistir en que hay que dejar trabajar al Constitucional, ha puntualizado que en el momento que se emita la sentencia la acatarán y respetarán.
El presidente catalán, José Montilla, ha anunciado que mantendrá una ronda de contactos esta misma semana con los líderes de los partidos catalanes para pactar posiciones "lo más comunes y unitarias posibles", antes de volver a hablar con José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. "Yo insistiré. Las próximas semanas insistiré en volver a hablar tanto con el presidente de España como con el líder de la oposición", ha recalcado Montilla en declaraciones a Catalunya Ràdio recogidas por Efe.
En este contexto, Montilla ha acusado al líder del PP de mantener una posición sobre el Estatuto dictada por el "siniestro" coordinador de Justicia del PP y ex ministro de Defensa Federico Trillo-Figueroa.
El presidente catalán ha afirmado que Trillo es quien "abandera las posiciones más reaccionarias dentro del PP" y ha explicado que el ex ministro se encargó de acudir personalmente al registro para presentar el recurso contra el Estatut.
Montilla ha reclamado "juego limpio" en el proceso judicial que sigue el estatuto catalán en el Constitucional y que se renueven los magistrados cuyo mandato está caducado y cuyos sucesores tiene que nombrar el Senado.
"Se tiene que hacer pensando en la Constitución, en el TC y en su prestigio, muy deteriorado por estas circunstancias un poco lamentables", ha señalado Montilla, para añadir que "en ningún país de Europa" un magistrado de un alto tribunal ha sido recusado con "malas artes".
El presidente catalán ha afirmado que el pasado viernes, día en el que los magistrados del TC se reunieron para votar el borrador de sentencia sobre el Estatuto, anuló su agenda para no quedarse "sin comunicación" y para que no le llamaran "irresponsable" si se producía el fallo del Tribunal.
Mientras, el presidente del Parlamento catatalán Ernest Benach, ha asegurado que aprecia "elementos de ineptitud" en el Tribunal Constitucional, que la falta de sentencia sobre el Estatuto tras casi cuatro años "tiene un punto de humillación hacia Cataluña" y que ésta "se debería quejar, y amargamente". En declaraciones a Rac-1, en un comunicado de esta emisora recogido por Efe, Benach ha afirmado: "A veces pienso si el Tribunal Constitucional no debe ser ya, a estas horas, inconstitucional". Benach ha opinado que la situación del Alto Tribunal y del fallo del Estatut es "esperpéntica" y ha apelado a la "unidad" para responder ante una sentencia que "no pinta bien".
"Hemos de acabar esta fase de provisionalidad permanente (del Estatut). Esto no tiene ni pies ni cabeza. El país no puede funcionar así", ha señalado Benach, quien ha opinado que impulsar la recusación de varios magistrados del TC sería "sólo un gesto político". "(Dentro del TC) hay una manera de ver las cosas diferente, casi contrapuesta (a la nuestra), y esto es lo que nos acaba convirtiendo en enemigos; nos encontramos con elementos de ineptitud; y de gandulería no hablaré, pero el ritmo que llevan es el que es", ha añadido.