Según cuenta este domingo El Mundo, varios miembros del Gobierno conocían el texto antes de su publicación e incluso antes de que los diarios más pequeños lo recibieran. El diario explica que los ministros mantuvieron reuniones para fijar su postura ante el texto.
En la del miércoles, en la que no estuvo Zapatero, acordaron transmitir la idea de que el Gobierno comprende el contenido del editorial. Desde el Ejecutivo, se admitía así la existencia de malestar en la sociedad catalana y se apuntaba incluso que los catalanes necesitarían de cierta demostración de afecto ante un fallo que no llega y que podría ser contrario al texto.
Como recuerda el diario, tras una postura tan comprensiva se esconden también los intereses electorales del PSC, al que toda esta polémica, según apuntan las encuestas, le podría estar perjudicando.
El Mundo también apunta que la idea de escribir el texto partió de los directores de El Periódico y La Vanguardia y que ellos mismos llamaron a los principales dirigentes políticos. Así, Rafael Nadal, de La Vanguardia, llamó a Moncloa y a Rajoy pero no pudo contactar con este. José Antich, director de El Periódico, fue el encargado de hablar con José Montilla.